Edificios
residenciales y de oficinas gubernamentales sufrieron daños
considerables a causa de bombardeos aéreos de la OTAN contra esta
capital, donde partidarios del líder libio, Muamar El Gadafi,
condenaron hoy las agresiones contra civiles.
La televisión estatal de Libia informó que aviones de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) atacaron la
pasada noche y esta madrugada inmuebles situados en el centro de
Trípoli, afectando a un hotel donde se hospedan periodistas
extranjeros, reporta Prensa Latina.
La primera ola de bombardeos se produjo anoche y provocó al menos
cinco potentes explosiones que se sintieron en el hotel Luxos, tras
lo cual se escucharon las sirenas de carros de bomberos que se
dirigían a zonas residenciales afectadas por la agresión.
Poco después de la medianoche la aviación aliada volvió a
sobrevolar la capital y hubo más deflagraciones con un posible saldo
de heridos, según comentó el portavoz del Gobierno, Moussa Ibrahim,
aunque se abstuvo de aportar cifras.
De acuerdo con las autoridades, un edificio era el Ministerio
libio del Interior y otro una oficina de asuntos bancarios, además
de otros inmuebles aledaños usados como viviendas.
Testigos relataron a reporteros locales que uno de los edificios
dañados quedó destruido en uno de sus lados, mientras casas enteras
estaban envueltas en llamas como consecuencia de las explosiones,
obligando a muchos de sus inquilinos a pernoctar en la calle.
El lunes, la OTAN bombardeó otras instalaciones civiles en esta
capital y áreas periféricas, además de una planta petrolera en la
ciudad este de Ras Lanuf, respondiendo a un pedido de Gran Bretaña y
de la oposición armada libia para intensificar y ampliar sus
ataques.
La jefatura del opositor Consejo Nacional de Transición (CNT) y
de la propia alianza atlántica rechazaron una oferta de tregua hecha
por el Gobierno de El Gadafi, si cesaban las incursiones aéreas.
El primer ministro libio, Baghdadi Al-Mahmoudi, manifestó esa
disposición al enviado especial de la ONU para Libia, el jordano
Abdulilah Al-Khatib, durante una visita el domingo para intentar un
armisticio entre Gobierno y rebeldes.
Por otro lado, el vicecanciller Khaled Kaim rechazó el anuncio
del fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo,
de solicitar se emita una orden de arresto contra El Gadafi, su hijo
Saif Al-Islam y el jefe de inteligencia, Abdulah Al-Sanusi.
"Ese tribunal es un invento europeo para perseguir a líderes
africanos", denunció Kaim en alusión a la instancia que acusó a esas
tres personas de crímenes de lesa humanidad por supuestamente
ordenar de forma personal ataques del Ejército en los que murieron
civiles.
Entretanto, fuentes de la insurgencia informaron haber tomado
control de la región de Karim, a 20 kilómetros de Misratah, en el
occidente del país, donde se hicieron de armamento sofisticado al
parecer arrebatado o abandonado por las fuerzas leales al Gobierno.
Las fuentes indicaron que los planes inmediatos de los alzados
son avanzar hacia las ciudades de Zitan y Tawarga, esta última con
una población en su mayoría afín a El Gadafi.