El Congreso y el Gobierno estadounidenses prosiguen este martes
las conversaciones para incrementar el límite de la deuda de 14,2
billones de dólares que este lunes alcanzó el límite permitido.
Las partes no se ponen de acuerdo y si bien los intercambios se
mantienen, persiste la disputa por los recortes planteados por los
republicanos, una reforma de los sistemas sociales y la oposición al
plan del presidente Barack Obama de aumentar impuestos a los más
ricos para ayudar a financiar el déficit del presupuesto, reporta
Prensa Latina.
La víspera el secretario de Tesoro, Timothy Geithner, en una
carta a los miembros del Congreso se pronunció por medidas
extraordinarias para garantizar la capacidad de pago del gobierno.
Según Geithner, Washington sólo podrá solventar todas sus cuentas
hasta el 2 de agosto por lo que apeló a los congresistas a subir el
límite de la deuda.
"Llamo urgentemente al Congreso de nuevo a subir el límite de
deuda legal lo antes posible", con lo que, plantea, el país evite
entrar en cesación de pagos por primera vez en su historia.
Las peticiones del Tesoro indican que si no hay acción, el Estado
no podrá funcionar más después del 2 de agosto.
Analistas económicos consideran, sin embargo, exagerados los
apremios de Geithner de que el país entraría en una situación de
cesación de pagos de algunas de sus obligaciones, lo que tendría
"consecuencias económicas catastróficas, según describe el
directivo.
Por lo pronto, el diario estadounidense "The Hill" anticipó que
es improbable un acuerdo entre los republicanos en el Congreso y la
Casa Blanca bajo las condiciones actuales, por lo que se espera las
partes cedan en algunas de sus exigencias.
Los republicanos, mayoritarios en la Cámara de Representantes,
demandan para elevar el techo de la deuda que el gobierno se
comprometa a reducir considerablemente el gasto público.
Analistas del sector, al igual Geithner, estiman que el Congreso
actuará y que es nula la posibilidad de un cese de pagos del país,
aunque la misma sea limitada.
No obstante, el presidente Obama advirtió el domingo que se corre
el riesgo de una crisis económica aún peor que la vivida en 2008 si
el Congreso no eleva el techo de la deuda permitida.
Si los inversores mundiales piensan que el crédito y la buena fe
de Estados Unidos no están respaldados, si piensan que podemos
renegar de nuestros compromisos crediticios, todo el sistema
financiero podría colapsarse, dijo.