Serie 50 en la mirilla (final)
Cada tercio tiene su encanto
SIGFREDO
BARROS
En una ocasión, le preguntaron a un conocido mentor si creía que
el advenimiento del bateador designado disminuía la táctica, al no
tener que enviar a un emergente a batear por el pitcher. Su
respuesta fue un contundente NO: "el cambiar a un lanzador por un
sustituto es un movimiento obligado. Cuando usted tiene más de una
opción y tiene que pensar cuál elige, eso es táctica".
El
toque de bola, una asignatura por aprobar en nuestro béisbol.
Tengo la convicción de que el béisbol cubano ha visto disminuida
la aplicación de la táctica, por muchas razones. No solo el aumento
de la ofensiva y la puesta en juego de una bola viva, dos factores
importantes a tener en cuenta. En ocasiones se va en contra de la
lógica, se maneja mal el cuerpo de pitcheo, la utilización de los
designados es a ojo de buen cubero —en total los 16 equipos
colocaron en esa posición a 159 jugadores, casi 10 como promedio por
conjunto, con 42 de ellos con una vez al bate—, muchas veces para
resolver un problema de última hora.
La raíz del mal es la creencia de que para dirigir un equipo
basta con haber sido pelotero —mejor o peor, no importa—,
desconociendo que para dirigir un grupo de hombres de edades
distintas con diferentes niveles de experiencia, hay que haber
pasado por las categorías inferiores. No se puede sentar cátedra en
la Serie Nacional sin conocimientos previos; un mentor tiene que
tener mucho de pedagogo y algo de psicólogo.
CADA TERCIO DE JUEGO¼
El juego de béisbol está dividido en innings y en tercios. Un
estratega reconocido, el director de equipo que más juegos ha ganado
en Series Nacionales, único con dos títulos olímpicos, el pinareño
Jorge Fuentes, me dijo en ocasión de estar reportando las
incidencias del play off final de la 50 Serie: "Cada tercio tiene su
encanto. Es como un juego de ajedrez, con apertura, medio juego y
final".
Por esa razón no se debe de tocar una bola en los primeros
innings, que son más bien de estudio, de ver lo que trae el lanzador
contrario —si abre siempre con un primer envío por el centro para
apuntarse un strike, si sus rompimientos caen en zona buena—, tratar
de mantener la paridad en el marcador. Regalar un out tan temprano
no es recomendable.
En los últimos cinco años la cantidad de toques de bola, o
sacrificios de hit como se denomina en la anotación oficial (SH) ha
ido disminuyendo, producto del aumento en la ofensiva. Pero, aun
así, la mayoría de los toques efectivos se producen muy temprano en
el juego, en un intento —muchas veces fallido—, de marcar una
carrera, como si se supiera de antemano que el contrario se va a
quedar en blanco.
La recién finalizada 50 Serie ha sido la de menos cantidad de
toques y bases intencionales en ese lapso. ¿Bueno o malo? Depende de
cuándo se tocó, qué resultados produjo y a quién se transfirió
intencionalmente, esto último otra forma de medir la táctica
empleada por un director y su concepto del juego.
No existe el famoso "librito". Por ejemplo, se ha dicho y se
repite hasta la saciedad que no se debe de embasar la potencial
carrera del gane. Alfonso Urquiola lo hizo en una oportunidad
durante el play off y le salió bien. La inspiración desempeñan
también un papel importante, el béisbol es muy rico en
posibilidades, no puede caer en esquemas.
CINCO AÑOS¼
CINCO MENTORES
Los problemas de la base se reflejan en la cima. Desde el Primer
Clásico Mundial la selección nacional cubana ha sido dirigida por
cinco pilotos distintos. A saber: Higinio Vélez (2006), Rey Vicente
Anglada (2007, Copa del Mundo Taipei), Antonio Pacheco (2008, Juegos
Olímpicos Beijing), Esteban Lombillo (2009, Copa del Mundo Europa) y
Eduardo Martín (2010, tres eventos).
Tres de ellos, Anglada, Pacheco y Lombillo, fueron seleccionados
por haber ganado con sus respectivos equipos la Serie Nacional. Me
pregunto: ¿qué tendrá que ver una cosa con la otra? Salir airoso en
nuestro clásico no significa estar listo para asumir un compromiso
mayor, de la misma forma que ganar en un campeonato provincial no es
sinónimo de maestría y conocimientos.
Este año Cuba asistirá a cinco lides internacionales, de menor y
mayor nivel: Torneo de Ciudades Interpuertos, Rótterdam, Holanda; el
Challenger de Canadá; Juegos del ALBA, Venezuela, estos tres en los
meses de junio y julio; Copa del Mundo en Panamá, finales de
septiembre y principios de octubre y los Panamericanos de
Guadalajara, México, octubre. Será una buena oportunidad para probar
nuevos talentos y directores, con una premisa en el caso de estos
últimos: nombrarlos primero y seleccionar el equipo después. |