Serie 50 en la mirilla (final)

Cada tercio tiene su encanto

SIGFREDO BARROS

En una ocasión, le preguntaron a un conocido mentor si creía que el advenimiento del bateador designado disminuía la táctica, al no tener que enviar a un emergente a batear por el pitcher. Su respuesta fue un contundente NO: "el cambiar a un lanzador por un sustituto es un movimiento obligado. Cuando usted tiene más de una opción y tiene que pensar cuál elige, eso es táctica".

Foto:Ricardo López Hevia El toque de bola, una asignatura por aprobar en nuestro béisbol.

Tengo la convicción de que el béisbol cubano ha visto disminuida la aplicación de la táctica, por muchas razones. No solo el aumento de la ofensiva y la puesta en juego de una bola viva, dos factores importantes a tener en cuenta. En ocasiones se va en contra de la lógica, se maneja mal el cuerpo de pitcheo, la utilización de los designados es a ojo de buen cubero —en total los 16 equipos colocaron en esa posición a 159 jugadores, casi 10 como promedio por conjunto, con 42 de ellos con una vez al bate—, muchas veces para resolver un problema de última hora.

La raíz del mal es la creencia de que para dirigir un equipo basta con haber sido pelotero —mejor o peor, no importa—, desconociendo que para dirigir un grupo de hombres de edades distintas con diferentes niveles de experiencia, hay que haber pasado por las categorías inferiores. No se puede sentar cátedra en la Serie Nacional sin conocimientos previos; un mentor tiene que tener mucho de pedagogo y algo de psicólogo.

CADA TERCIO DE JUEGO¼

El juego de béisbol está dividido en innings y en tercios. Un estratega reconocido, el director de equipo que más juegos ha ganado en Series Nacionales, único con dos títulos olímpicos, el pinareño Jorge Fuentes, me dijo en ocasión de estar reportando las incidencias del play off final de la 50 Serie: "Cada tercio tiene su encanto. Es como un juego de ajedrez, con apertura, medio juego y final".

Por esa razón no se debe de tocar una bola en los primeros innings, que son más bien de estudio, de ver lo que trae el lanzador contrario —si abre siempre con un primer envío por el centro para apuntarse un strike, si sus rompimientos caen en zona buena—, tratar de mantener la paridad en el marcador. Regalar un out tan temprano no es recomendable.

En los últimos cinco años la cantidad de toques de bola, o sacrificios de hit como se denomina en la anotación oficial (SH) ha ido disminuyendo, producto del aumento en la ofensiva. Pero, aun así, la mayoría de los toques efectivos se producen muy temprano en el juego, en un intento —muchas veces fallido—, de marcar una carrera, como si se supiera de antemano que el contrario se va a quedar en blanco.

La recién finalizada 50 Serie ha sido la de menos cantidad de toques y bases intencionales en ese lapso. ¿Bueno o malo? Depende de cuándo se tocó, qué resultados produjo y a quién se transfirió intencionalmente, esto último otra forma de medir la táctica empleada por un director y su concepto del juego.

No existe el famoso "librito". Por ejemplo, se ha dicho y se repite hasta la saciedad que no se debe de embasar la potencial carrera del gane. Alfonso Urquiola lo hizo en una oportunidad durante el play off y le salió bien. La inspiración desempeñan también un papel importante, el béisbol es muy rico en posibilidades, no puede caer en esquemas.

CINCO AÑOS¼ CINCO MENTORES

Los problemas de la base se reflejan en la cima. Desde el Primer Clásico Mundial la selección nacional cubana ha sido dirigida por cinco pilotos distintos. A saber: Higinio Vélez (2006), Rey Vicente Anglada (2007, Copa del Mundo Taipei), Antonio Pacheco (2008, Juegos Olímpicos Beijing), Esteban Lombillo (2009, Copa del Mundo Europa) y Eduardo Martín (2010, tres eventos).

Tres de ellos, Anglada, Pacheco y Lombillo, fueron seleccionados por haber ganado con sus respectivos equipos la Serie Nacional. Me pregunto: ¿qué tendrá que ver una cosa con la otra? Salir airoso en nuestro clásico no significa estar listo para asumir un compromiso mayor, de la misma forma que ganar en un campeonato provincial no es sinónimo de maestría y conocimientos.

Este año Cuba asistirá a cinco lides internacionales, de menor y mayor nivel: Torneo de Ciudades Interpuertos, Rótterdam, Holanda; el Challenger de Canadá; Juegos del ALBA, Venezuela, estos tres en los meses de junio y julio; Copa del Mundo en Panamá, finales de septiembre y principios de octubre y los Panamericanos de Guadalajara, México, octubre. Será una buena oportunidad para probar nuevos talentos y directores, con una premisa en el caso de estos últimos: nombrarlos primero y seleccionar el equipo después.

 

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