No es precisamente en Paquistán, o en las cuevas de Tora Bora, en
tierra afgana, sino en los puestos callejeros de Washington, donde
hoy se exhiben con orgullo imágenes de Osama Bin Laden grabadas en
prendas de vestir.
Según
EFE, hasta cinco modelos diferentes de camisetas que aluden al
asesinato del terrorista saudita, —considerado el enemigo número uno
de Estados Unidos—, se convierten en "la novedad de la semana entre
los souvenirs de Washington".
El producto no deja a nadie indiferente, y aunque algunos se
llevan las manos a la cabeza al ver estas camisetas entre las
típicas de "I love DC" y "Future president", lo cierto es que son
muchos los encargos desde fuera de la capital para no perderse este
"peculiar recuerdo histórico", como lo calificaran algunos
vendedores.
El modelo más demandado muestra el rostro de Bin Laden sobre
fondo negro y con una cruz roja en cada uno de sus ojos. En ella
puede leerse el cartel de Game over (El juego se ha acabado).
Otra de las prendas recuerda la famosa frase de George W. Bush: "Osama
Bin Laden, vivo o muerto", un mensaje que resume en las siglas "OBL,
DOA".
Cuando nadie ha visto ni una sola imagen de la supuesta ejecución
del terrorista, y la opinión pública internacional vive las
contradicciones y también la incertidumbre acerca de su destino, la
oferta y la demanda en la sociedad norteamericana "hacen zafra" con
su nombre y lo convierten en un símbolo comercial.
El mercado no puede esperar, y en las calles, convertidas en
pasarelas, se pasean las víctimas de la sociedad de consumo, esta
vez con la imagen del terrorista en sus prendas de vestir.