La decisión adoptada hoy en La Haya por la Corte Internacional de
Justicia (CIJ), desbroza el camino hacia una solución al diferendo
fronterizo que Nicaragua y Colombia sostienen desde hace una década.
En dos dictámenes separados, la CIJ rechazó las peticiones
realizadas en 2010 por Costa Rica y Honduras para intervenir en el
litigio que desde hace 10 años sostienen Nicaragua y Colombia por la
soberanía sobre varios islotes y la delimitación de la frontera
marítima en el Caribe.
Son dos nuevas victorias, dijo Carlos Argüello, representante de
Nicaragua ante el alto tribunal de las Naciones Unidas en La Haya,
en declaraciones formuladas hoy por vía telefónica a una televisora
de Managua.
El gobierno de San José pretendía involucrarse por estar, según
argumentó, preocupado porque una decisión de la CIJ pudiera afectar
su territorio, pero ese tribunal descartó la solicitud y explicó que
sus normas garantizan que al fijar la frontera marítima entre
Nicaragua y Colombia, no violará el territorio costarricense.
En opinión de Argüello, Costa Rica pretendió en realidad
involucrarse en el diferendo para apoyar a Colombia, cuando lo que
realmente le convenía era respaldar la posición de Nicaragua para
conseguir, de manera conjunta, los espacios que verdaderamente le
corresponden a Centroamérica en el Mar Caribe.
La CIJ también desestimó la pretensión de Honduras, por estimar
que ya existe desde 2007 una sentencia que fija con claridad el
límite marítimo de ese país con Nicaragua.
Las dos sentencias dan la razón a Nicaragua, por lo que ahora
queda abierta la puerta para las audiencias públicas del litigio con
Colombia y después el fallo definitivo, afirmó el diplomático
nicaragüense.
El litigio entre Nicaragua y Colombia tiene que ver con la
soberanía del archipiélago formado por las islas San Andrés,
Providencia y Santa Catalina, así como un puñado de minúsculos cayos
e islotes, todos en un área de unos 50 mil kilómetros cuadrados del
mar Caribe.
Colombia ejerce la soberanía sobre ese archipiélago en virtud de
un tratado firmado con Nicaragua en 1928, cuando el país
centroamericano estaba ocupado por el ejército estadounidense.
En diversas ocasiones, las autoridades cuestionaron
posteriormente ese tratado, aunque sin resultados, y fue presentado
formalmente ante la CIJ en 2001, cuando Nicaragua reclamó la
soberanía de una vasta zona marítima del Caribe occidental que
incluye el archipiélago de San Andrés.
La Corte falló en 2007 ratificando la soberania colombiana sobre
San Andres, Santa Catalina y Providencia según el tratado de 1928,
pero se declaró competente para atribuir el resto de islas e islotes
de la zona y delimitar la demarcación marítima entre ambos países.
Esos son hoy los temas de fondo en el litigio Nicaragua-Colombia,
sobre los que se espera que las audiencias en la CIJ se celebren en
el primer trimestre del 2012, en el preámbulo de su solución
definitiva.