Paquetes sospechosos, cierre de terminales de trenes, cordones
policiales y mayores controles, son el resultado de la paranoia que
vive Estados Unidos tras la muerte del líder de Al Qaeda, Osama Bin
Laden.
En tan sólo unas horas cinco reportes de paquetes sospechosos
movilizaron unidades antibomba de la Policía en Los Angeles, que
obligaron a cerrar cuadras enteras y suspender el servicio de
transporte público en la ciudad, pero fueron falsas alarmas.
Uno de ellos fue hallado cerca de la Corte Criminal de la
metrópoli y otro en la estación Little Tokio, por lo cual fue
interrumpido el servicio de la Línea Dorada del metro.
Lo mismo ocurrió en un edificio de gobierno en New Jersey,
entretanto en el aeropuerto John F. Kennedy, de Nueva York,
arrestaron a un hombre ebrio que dijo a un empleado de una línea
aérea: Mi nombre es Bin Laden y tengo una bomba en la mochila.
Mientras, la portavoz de la Policía del sistema subterráneo de
trenes en esta capital, Lisa Farbstein, advirtió a los usuarios que
verán más policías en los transportes.
Similar política siguieron las autoridades de Chicago, donde fue
reforzada la presencia del cuerpo uniformado en lugares públicos,
transporte, centros culturales y deportivos, así como religiosos, en
especial mezquitas y sinagogas.
En Filadelfia, el comisario de policía, Charles H. Ramsey, puso a
su departamento en "alerta máxima", aumentó las patrullas alrededor
de lugares de culto y la seguridad en lugares turísticos y centros
comerciales.
Por su parte, en Phoenix, Arizona, se intensificaron los
controles en el aeropuerto de la ciudad, los edificios municipales y
en su sistema de tren ligero, comentó Scott Krushak, coordinador de
la Oficina local para el Manejo de Emergencias.
Aunque Bin Laden está muerto, Al Qaeda no lo está, expresó,
director de la Agencia Central de Inteligencia, León Panetta, en un
mensaje distribuido a los funcionarios de esa institución.
Según reporte de Prensa Latina, la secretaria de Seguridad
Interna, Janet Napolitano, llamó a mantener un elevado estado de
vigilancia aunque no emitió una alerta específica.