Autoridades mexicanas confirmaron hoy la muerte de al menos tres
mineros tras la explosión en un yacimiento de carbón en el estado de
Coahuila, mientras buscan en estos momentos a otros 11 trabajadores
desaparecidos.
Los cuerpos sin vida de Mario Alberto Anguiano, Leobardo Sánchez
e Isaías Valero fueron ya subidos a la superficie, detalló el
Secretario del Trabajo, Javier Lozano.
Un equipo de expertos chilenos arribará en horas de la mañana de
hoy a la mina siniestrada en el municipio de Sabinas, para ayudar al
rescate de los trabajadores atrapados a 60 metros de profundidad, a
los cuales hay pocas esperanzas de encontrarlos con vida, aseguró
Lozano.
Los mineros se encontraban en el pozo número tres del yacimiento
Nueva Rosita y se perdió contacto con ellos tras el estallido, cuya
onda expansiva salió por la boca del túnel hacia la superficie,
informó Prensa Latina.
Como consecuencia del hecho, el menor de 15 años Luis Fernando
Lara, quien se encontraba cerca de la entrada del pozo, está
malherido e informes del sitio Periódico Digital aseguran que perdió
un brazo.
Después de ocurrido el accidente, fuertes concentraciones de gas
metano impidieron el ingreso de los socorristas, aunque Lozano
informó que ya el aire permite la respiración y al menos seis
expertos buscan a los mineros desaparecidos.
El titular del trabajo declaró a la prensa que el dueño de la
instalación no se ha presentado en el lugar, y aseguró que hace 20
días abrieron esa mina sin previo aviso, en la cual tenían a niños
de 15 años trabajando sin ni siquiera tener el registro
correspondiente, lo que constituye una doble falta y muy grave,
sentenció.
Hace cinco años, esta región fue escenario de uno de los más
dramáticos episodios de la minería mexicana, cuando 65 trabajadores
murieron atrapados en Pasta de Conchos durante operaciones de
extracción de carbón, recuerda la prensa mexicana.
La empresa Grupo México, responsable de la explotación de esta
mina, sostiene que aquella explosión de gas mató "casi
instantáneamente a técnicos y trabajadores".