Academia Mártires de Tarará

Policías en un nuevo amanecer

Maylin Guerrero Ocaña

Nuestro Comandante en Jefe expresó una vez que "toda esa fuerza moral con que contamos necesita la mejor Policía del mundo, la más organizada, la más preparada, la más motivada, la más consciente y a la vez la más humana". Hacia tan noble empeño encamina sus pasos la Academia de Policía Mártires de Tarará.

Fotos: José M. Correa Preparar en el terreno a sus alumnos para combatir con eficacia los hechos delictivos, es objeto también de la Academia.

En los últimos dos años, el centro ha graduado más de 3 000 agentes de las distintas especialidades; mientras que la matrícula actual es de unos 2 000, indica el teniente coronel Juan Alberto Regueira Macías, subdirector docente.

Los estudiantes —continúa— están agrupados en tres cursos fundamentales: Formación Básica Policial, que incluye los Agentes de Orden Público, de la Motorizada y de Patrulla; el curso integral de Oficiales de Policía; y los especializados, para preparar oficiales al cargo y reservas para puestos de dirección.

La institución dispone de aulas y espacios acordes a las características de cada curso, para que los alumnos practiquen los conocimientos aprendidos. Como parte del proceso docente-educativo, también participan en actividades extra-curriculares que complementan su formación: eventos políticos y culturales, cine-debates y encuentros con protagonistas de hechos históricos.

Otros cursos como el de Patrulla también ganan adeptos en jóvenes de la capital y las provincias aledañas.

"Las exigencias de nuestro sistema educativo no permiten hoy graduados con déficit de conocimientos. En ello incide el permanente proceso de capacitación de los profesores que integran nuestras cátedras para garantizar su elevada preparación", apunta el teniente coronel Regueira.

En fase de construcción, remodelación y ampliación, la institución ubicada en el capitalino municipio de Playa va creando paulatinamente confortables condiciones de vida y de estudio, ademas de instalaciones deportivas para que sus alumnos puedan desarrollar las habilidades y valores necesarios, a fin de graduarse como oficiales de policías de gran profesionalidad.

Las fuerzas azules de la capital

La Academia prepara alumnos de todo el país, pero la estrategia de la institución va dirigida a que los jóvenes capitalinos continúen incorporándose a esta imprescindible profesión, lo que significaría un ahorro de recursos en cuanto al traslado de agentes de otras provincias, y se cumpliría el llamado a que la capital tenga sus propios policías.

Con tal objetivo el centro inició, en septiembre del 2008, el curso integral de Oficiales de Policía, que desde entonces ha graduado a más de 450 alumnos de la capital y de la antigua Habana (actuales Artemisa y Mayabeque), señala el teniente coronel Roberto Cardoso García, jefe del curso.

"En este reciben materias inherentes a las distintas especialidades, y para ir fomentando su vocación por alguna, transitan por las cuatro áreas de las unidades policiales: vigilancia y patrullaje, trabajo comunitario, investigación criminalística y procesamiento del delito. La etapa final la dedican al ‘entrenamiento policial’, que se desarrolla en las unidades con la observación de oficiales de experiencia", agrega.

Quienes egresan de este curso se ubican en cargos de oficiales: jefes de sector, de pequeñas unidades, instructor policial, investigador criminalista y otros. También pueden matricular para continuar los estudios de nivel superior.

—¿Y cómo se produce la captación del nuevo ingreso?

"La convocatoria se realiza en febrero y septiembre en tecnológicos y preuniversitarios, donde explicamos las características del curso. Si el alumno se inclina por la opción y aprueba los exámenes previstos, se incorpora a la Academia; y en una etapa previa se adiestra en la vida militar", explica el teniente coronel Cardoso.

Y para conocer cómo se comporta en otros cursos la presencia de los capitalinos, Granma se acercó igualmente a la teniente coronel Xiomara Rondón, jefa de la cátedra de Conducción (Patrulla).

"Este curso se nutre de los estudiantes que pasaron el curso de Agentes de Orden Público. Actualmente tenemos una buena presencia de alumnos de La Habana, Mayabeque y Artemisa, es decir, que poco a poco los demás cursos también van ganando alumnos de la zona".

Venciendo prejuicios

Echar a un lado los prejuicios existentes en torno a la especialidad encargada de mantener el orden en la sociedad, constituye una victoria de los jóvenes que la integran o pronto lo harán, fundamentalmente dentro de los capitalinos.

"Siempre me llamó la atención la policía de la Motorizada porque es una profesión atractiva, que ayuda a la prevención de accidentes en la vía. Por eso pasé un curso donde aprendí a desempeñarme como un buen motorista, y todo lo relacionado con el nuevo Código de Seguridad Vial", comenta Sergio Y. Breilly, joven habanero recién graduado.

Un camino muy diferente escogió la suboficial Maricelys Palacios quien, luego de pasar el curso de Agente de Orden Público, se quedó de profesora de la cátedra de Comunicaciones e Informática. "Como me gusta el magisterio y fui destacada en mi clase, comenzaron a prepararme como profesora. Hoy enseño sobre el sistema de comunicaciones por radio, su historia y otros contenidos afines", acotó esta pinareña de 19 años.

Mientras, Ross Mery López y Blavet de la Caridad Hernández, ambas del capitalino municipio de Arroyo Naranjo, se encuentran estudiando en el segundo semestre del curso integral de Oficiales de la Policía. La primera cuenta que en su decisión influyó mucho su mamá, quien le aseguraba que era una buena opción esta que ofrecía el Ministerio del Interior, pues "me brinda la posibilidad de aprobar un grupo de asignaturas de la Licenciatura en Derecho y poder continuar estudios universitarios".

Intereses similares tiene Blavet, pues desea estudiar Criminalística en la universidad. Ella cuenta cómo algunos allegados la veían con cierto prejuicio. "Después se fueron acostumbrando, y ya me ven normalmente. Además, tengo mi novio, que incluso es de la vida civil, y nos va de lo más bien".

Formar en la Academia a "los continuadores de Camilo y el Che, los policías en un nuevo amanecer, semillas del futuro, sendero de fe, con inteligencia, moral y dignidad", según dice un fragmento del himno de la escuela, es la misión de profesores y jefes encargados de educar e instruir a las nuevas generaciones de policías.

 

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