El presunto capo guatemalteco del narcotráfico Waldemar Lorenzana
está recluido hoy en una cárcel de máxima seguridad, en espera de
una decisión judicial sobre la solicitud de su extradición a Estados
Unidos, reportó Prensa Latina.
La captura de Lorenzana ocurrió la víspera en el departamento
central de El Progreso, integrante del considerado teatro de
operaciones del acusado, quien supuestamente lidera una organización
ligada a cárteles mexicanos.
Sobre el aprehendido, tres de sus hijos y dos colaboradores pesan
órdenes de detención desde una petición presentada por la justicia
estadounidense, al acusarlos de conspiración para tránsito
internacional de drogas.
La fiscal general, Claudia Paz, explicó que la solicitud llegó a
este país el 10 de marzo de 2009, las órdenes de captura estuvieron
suspendidas por una acción de amparo y fueron reactivadas el pasado
día 13.
En algo más de un año las fuerzas guatemaltecas de seguridad
efectuaron varias operaciones para capturar a los Lorenzana, incluso
con participación de efectivos de la agencia antidroga
norteamericana (la DEA), pero todas fueron infructuosas.
La familia encabezada por Waldemar, de 71 años y apodado El
Patriarca, se presenta como de empresarios agrícolas, ganaderos,
transportistas y constructores, negocios utilizados para lavar
dinero producto de los estupefacientes, según acusaciones.
Sus nexos con las agrupaciones mexicanas del narcotráfico se
remontan a finales de la década de 1990, pero siempre había logrado
evadir la acción de la justicia.
De acuerdo con la DEA, el grupo de los Lorenzana controla el
tráfico de narcóticos en Zacapa, Chiquimula, Izabal, El Progreso y
Jalapa, en actividades para su posterior traslado a Estados Unidos,
principal consumidor del mundo.