El gobierno de Barack Obama evitó la deportación de apenas 542
inmigrantes ilegales en 2010, mediante la llamada acción diferida,
la cifra más baja de los últimos años, criticó hoy el diario La
Opinión.
La acción diferida es un procedimiento administrativo que emplea
el Ejecutivo y se otorga a indocumentados con órdenes de
deportación, quienes obtienen el beneficio de quedarse en el país al
menos de forma temporal.
La polémica naturaleza de esas prácticas explica que al momento
de exigir estadísticas en relación con el número de casos otorgados
al año, la respuesta típica del Departamento de Seguridad Interna
sea que "no son de acceso público", comenta el rotativo.
Según datos oficiales citados por la publicación, en 2010 el
Servicio de Control de Inmigración y Aduanas concedió 486 indultos
de ese corte, mientras el Servicio de Ciudadanía e Inmigración dio
56.
Esta es la cifra más baja de los últimos cinco años: 891 en 2005;
640 en 2006; 604 en 2007; mil 29 en 2008 y 780 en 2009, precisa el
periódico californiano.
Días atrás el diario The New York Times destacó que Obama
enfrenta fuertes presiones de grupos defensores de los derechos
civiles y los latinos para usar sus facultades con el fin de reducir
las deportaciones.
Al respecto, el legislador Charlie González, presidente del
Caucus Hispano en la Cámara de Representantes, llamó al mandatario a
"ofrecer algún tipo de alivio a las personas inocentes que son las
más afectadas por las desigualdades del sistema de inmigración".
Desde la llegada de Obama a la Oficina Oval en enero de 2009
fueron deportadas casi 800 mil personas, una cifra sin precedente en
el país.
Pero los republicanos estiman que la administración demócrata no
hace lo suficiente para enfrentar la situación y se muestran reacios
a los que califican de amnistía, reportó Prensa Latina.