Tras registrarse el cierre de gasolineras, en especial en la comarca rusa de Altai, y la restricción de las ventas a la población, Yasev reconoció que la situación no era nueva en Rusia, pero demandó la actuación inmediata del gobierno para enfrentar la crisis.

La víspera, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, quien se encuentra de gira por naciones europeas, ordenó una investigación exhaustiva de la crisis con el suministro del combustible y el monitoreo del trabajo de las compañías del sector.

El Comité Antimonopolio en Altai abrió casos de confabulación para mantener altos precios a varias compañías suministradoras y distribuidoras de combustible.

En una misiva dirigida al gabinete, Yasev propone la aplicación de mecanismos que garanticen una total transparencia del proceso de formación de los precios en las empresas del mencionado sector.

Además, aboga por aprobar un paquete de leyes que regulen el incremento de la cotización del combustible hasta niveles permisibles para la población, así como frenar el aumento de los precios en la venta mayorista y minorista.

El también diputado ruso se pronunció por una independencia de la actividad de las compañías energéticas de la esfera de la refinación y petroquímica, en un país que en 2010 mantuvo la condición de mayor productor de petróleo y gas en el orbe.