|
Derechos Humanos en Estados Unidos
Una mentira dicha muchas veces...
AILYN MARTÍN PASTRANA
Hace algunos días el compañero Fidel hizo referencia en su
Reflexión El Norte revuelto y brutal al Registro de los
Derechos Humanos en Estados Unidos en el 2010, informe presentado
por China recientemente como respuesta a la provocación que
significó para la nación asiática y para el mundo el Informe Anual
por Países sobre Prácticas de Derechos Humanos en 2010.
El
“paladín” de los derechos humanos trata a los inmigrantes como
criminales.
Dicho documento no es más que los "criterios" y "recomendaciones"
que Estados Unidos hace al resto del mundo en materia de derechos
civiles. Al decir del Registro presentado por la nación asiática:
"tal y como en años anteriores, el informe rebosa de acusaciones
sobre la situación de los derechos humanos en más de 190 países y
regiones del mundo, incluida China, pero ignora intencionalmente o
apenas menciona la mala situación de su propio país".
China hizo un detallado y exhaustivo análisis sobre la verdadera
situación de los ciudadanos en Estados Unidos con el objetivo de
ayudar a que los pueblos de todo el mundo logren entender mejor y
exigir, al autoproclamado paladín de los derechos humanos, que
afronte sus propios asuntos.
Lo interesante, al decir de Fidel, es que Cuba lleva 50 años
denunciando esta situación en todos los eventos internacionales en
que ha participado.
EXAMEN PERIÓDICO UNIVERSAL (EPU)
Es Washington el que está en el banquillo de los acusados.
Recientemente se presentó al Examen Periódico Universal (EPU),
escrutinio de carácter obligatorio para todas las naciones y que se
realiza en el seno del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas, donde el país analizado debe rendir cuentas a la comunidad
internacional sobre su trabajo en defensa de los derechos humanos.
Según el Informe del Grupo de Trabajo de dicho examen, Estados
Unidos recibió la abrumadora cifra de 228 recomendaciones, de las
cuales rechazó 57—sin dar explicaciones de la mayoría.
Un país que se autoproclama paladín de la democracia y se
atribuye el derecho de acusar y sancionar a otros, rechazó sin
reparos recomendaciones que se refieren al respeto a la libertad de
expresión, la eliminación de leyes discriminatorias, la protección
de migrantes y pueblos indígenas, el respeto del derecho de los
pueblos a la libre determinación, a un entorno saludable, a la paz y
al desarrollo, a la libertad de los presos políticos, al compromiso
con la ayuda oficial al desarrollo, la protección de los menores
delincuentes, así como a la eliminación de la impunidad de
connotados terroristas y la reparación a sus víctimas.
A pesar de ser el único país no firmante de la Convención sobre
los Derechos del Niño; de la Convención sobre la eliminación de
todas las formas de discriminación contra la mujer; del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; de la
Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad; del
Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura; la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos
indígenas; entre otros, la delegación norteamericana encargada de
presentar el informe señaló "el hondo compromiso del presidente
Obama y de la secretaria Clinton para con la participación
multilateral, los derechos humanos y el estado de derecho", además
de reiterar "su compromiso de cooperar con el sistema internacional
en la promoción de los mismos a escala nacional e internacional".
CUBA
Nuestro país también tomó parte en el debate haciendo 13
recomendaciones a Washington, de las cuales rechazó seis, mientras
que otras seis fueron aceptadas parcialmente y solo una fue
totalmente aceptada.
Al decir de la delegación cubana presente en la discusión del
Informe: "sin pudor alguno, Estados Unidos ha rechazado el llamado a
eliminar el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba,
que constituye una violación masiva y flagrante de los derechos
humanos de un pueblo entero. De ese modo desprecia el clamor de toda
la comunidad internacional, que hace 19 años exige en la Asamblea
General de las Naciones Unidas el fin de esa política genocida.
Estados Unidos ha objetado la demanda de liberar a los Cinco
prisioneros cubanos injustamente recluidos en cárceles de ese país,
y ha rechazado la exhortación a poner fin a la impunidad de
connotados terroristas bajo su jurisdicción, cuyos crímenes esos
Cinco cubanos intentaban prevenir.
Rechazó, además, el derecho del pueblo cubano a la libre
determinación; poner fin a la injusta encarcelación de los presos
políticos como Leonard Peltier y Mumia Abu-Jamal; enjuiciar a Luis
Posada Carriles; y poner término a sus actividades contra la
realización de los derechos de los pueblos a la paz, al desarrollo y
a la libre determinación.
Como era de esperarse, finalmente el examen del EPU tuvo un saldo
negativo para Estados Unidos, al recibir una mayoría de críticas,
tanto de más de 40 gobiernos como de la sociedad civil, a su postura
cínica y evasiva durante el examen. De hecho, Washington ha sido la
nación que ha recibido —hasta el momento— el mayor número de
recomendaciones sobre temas de derechos humanos en el seno del EPU,
sin que esto haya sido reflejado por la gran prensa internacional.
El Gobierno de Estados Unidos una vez más deja clara su falsa
retórica y su doble rasero en materia de promoción y protección de
los derechos humanos. |