El dato está incluido en una carta dirigida al secretario general
de la ONU, Ban Ki-moon, por la Misión Permanente de Cuba ante la
organización mundial en ocasión de cumplirse este martes el
aniversario 25 de aquella tragedia.
La misiva, firmada por el encargado de negocios de esa
representación diplomática, Rodolfo Benítez, quien solicitó que sea
distribuida como documento oficial de la ONU, recuerda los
persistentes efectos de lo sucedido en la vida y la salud de la
población, en particular de los niños, de las zonas afectadas de
Ucrania, Belarús, la Federación Rusa y otros países.
También explica que ante la solicitud de ayuda internacional para
enfrentar el problema, especialistas cubanos visitaron Ucrania a
principios de 1990 y "el 29 de marzo del mismo año llegaron a Cuba
los primeros 139 niños afectados para recibir atención médica".
Desde ese mismo momento comenzó un programa integral de salud,
masivo y gratuito, para la atención en Cuba de niños afectados por
el accidente de Chernobil, agrega.
Además de su vertiente humanitaria, ese trabajo tiene un impacto
científico, pues los datos obtenidos sobre contaminación interna en
infantes de áreas afectadas por el accidente, se han difundido en
eventos científicos relevantes y utilizados por entidades del
sistema de la ONU, como el Organismo Internacional de Energía
Atómica y el Comité Científico para el Estudio de los Efectos de las
Radiaciones Atómicas, apunta.
Cuba no brinda lo que le sobra, sino que comparte lo que tiene,
precisa la misiva al destacar el programa de atención a los niños
afectados por la catástrofe de Chernobil como "un ejemplo más de
nuestra política humanitaria e internacionalista".