Al menos tres personas murieron este sábado a causa de bombardeos
de la OTAN contra la ciudad de Trípoli, respondidos por baterías
antiaéreas del Ejército libio, que al mismo tiempo parece dispuesto
a replegarse de la occidental Misratah.
El canal televisivo Al-Libya reportó que durante la madrugada de
este sábado aviones de la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN) llevaron a cabo numerosas incursiones contra posiciones
de las fuerzas leales al líder Muamar El Gadafi en el oeste de
Trípoli.
A primeras horas del día, se escuchaban potentes explosiones y
ráfagas de artillería pesada en inmediaciones de un complejo
fortificado de la jefatura del Estado en la zona de Bab Al-Aziziyah,
que tenía fuerte vigilancia militar por ser sede de El Gadafi.
Según el portavoz del Gobierno, Moussa Ibrahim, tres personas
perdieron la vida en esa agresión, pero apuntó que la instalación
dañada era un estacionamiento de carros cerca de Bab Al-Aziziya que
estaba inutilizado desde hacía tiempo.
Otras fuentes describieron el lugar como un búnker subterráneo en
el que había cajas de municiones vacías, y afirmaron que otras dos
personas murieron allí el viernes en la noche en una de las
múltiples incursiones de la OTAN contra blancos gubernamentales
durante el día.
Los bombardeos se intensificaron contra Trípoli en los tres
últimos días en un intento de la alianza atlántica por romper el
impasse del enfrentamiento armado entre partidarios de El Gadafi y
opositores, que están representados por el Consejo Nacional de
Transición (CNT).
De hecho, las acciones bélicas de esta madrugada estuvieron
antecedidas por la visita ayer a Benghazi, sede del CNT, del senador
republicano estadounidense John McCain, quien desde allí brindó
apoyo a los rebeldes e instó a gobiernos occidentales a
suministrarles armas.
Animo a todos los países, y especialmente a Estados Unidos, a que
reconozcan al Consejo Nacional de Transición como portavoz legítimo
del pueblo libio. Podemos ayudar facilitando armas a los militares
libios que están luchando contra El Gadafi, arengó.
Mientras los alzados siguen fuertes en Benghazi, convertida en
capital de la insurrección en el este del país, noticias procedentes
de esa región indicaron que los combates terrestres mostraron pocos
cambios en el área que separa a Ajdabiya y Brega.
Sin embargo, la OTAN aseguró haber fulminado unidades leales al
líder libio en la ciudad de Misratah, principal bastión rebelde en
el noroeste y asediado por tierra desde hace dos meses por las
tropas regulares, a las cuales resisten los alzados en una guerrilla
urbana.
El viceministro libio de Relaciones Exteriores, Khaled Kaim, negó
cualquier revés en Misratah, pero advirtió la posibilidad de que el
Ejército se retire de esa localidad sitiada y encargue a las tribus
locales el enfrentamiento con los insurgentes.
Kaim explicó que las fuerzas armadas recibieron un ultimátum para
sofocar la revuelta en la mencionada ciudad, la tercera de Libia
donde se describe una situación humanitaria alarmante.
Si ellos (el Ejército) no logran solucionar el problema en
Misratah, la gente de (los poblados de) Zliten, Tarhuna, Bani Walid
y Tawargha se moverá hacia allí a negociar con los rebeldes, pero si
no se rinden, entonces lucharán entre ellos , apuntó el vicetitular.