Sin minimizar al contrario, Pinar del Río, "un conjunto que vino
de menos a más", los Tigres están dispuestos a saldar la deuda con
una afición exigente, que espera el trono desde hace varios años.
"Llegó la hora", dice. "Sabemos que la batalla va a ser difícil,
pero creo que si vencimos a Villa Clara y Granma, dos novenas que
también pudieron haber sido campeonas, por qué no vamos a hacerlo
frente a Pinar".
—¿Con qué armas cuenta para enfrentar al rival?
—Con el corazón de los Tigres.
—Las figuras jóvenes se han echado el equipo encima. ¿Cree que lo
harán igual en la final?
Varios lanzadores noveles nos resultaron muy útiles y nos sacaron
las castañas del fuego. El caso de Yadir Rabí es el mejor ejemplo,
con su actuación de lujo en toda la temporada. Otros jóvenes han
estado bien, como Osvaldo Vázquez, Abdel Civil, Rubén Valdés y
Rusney Castillo, y es obligado mencionar a los consagrados Mayito
Vega, Yoelvis Fiss, Yorelvis Charles y Vladimir García, el hombre
que venció en cuatro juegos del play off, cuando nadie pensaba que
podía hacerlo.
—El pasado año, antes del encuentro de postemporarada frente a
Villa Clara, usted dijo: "Esta vez será diferente", y sus pupilos lo
hicieron quedar mal. ¿No le sucederá igual con Pinar del Río?
—Para qué hablar del ayer. Eso está en los archivos, no en la
mente de los muchachos. Lo más importante es el hoy. Estoy seguro
que ahora no sucederá lo mismo, este equipo es muy diferente al que
te referiste. Verás de lo qué somos capaces.
—¿Estarán preparados psicológicamente para los juegos que
pudieran llevarlos a la gloria?
—Estamos preparados, aunque no confiados. Ya saldamos una deuda:
discutir el campeonato de Cuba. Queda otra: ganarlo.