El movimiento portugués de solidaridad con Cuba rindió tributo a
dos diplomáticos cubanos fallecidos en un atentado terrorista
perpetrado en 1976 contra la embajada de La Habana en la ciudad de
Lisboa.
La evocación de esa acción criminal se efectuó en la sede de la
legación del país caribeño en Lisboa y estuvo encabezada por el
embajador de Cuba en Portugal, Eduardo González Lerner.
El 22 de abril de 1976, Adriana Corcho y Efrén Monteagudo
murieron por la explosión de una bomba colocada en la puerta de uno
de los apartamentos ocupados por las oficinas de la representación
diplomática aquí.
Ese atentado se enmarcó en una campaña terrorista desatada de
1974 a 1976 contra las misiones cubanas en el exterior.
Durante ese periodo, se ejecutaron 165 actos de terror contra
inmuebles y personal de la mayor de las Antillas en 24 países.
Tras homenajear a las víctimas de aquel atentado, González Lerner
afirmó que el de la capital lusa se suma a la larga lista de
agresiones contra su país de grupúsculos contrarrevolucionarios
financiados y apoyados por sucesivos gobiernos de Estados Unidos.
Denunció que mientras Luis Posada Carriles, quien estuvo detrás
de la mayoría de esas fechorías, se pasea libre por las calles de
Miami,
cinco cubanos cumplen injusta prisión en Estados Unidos
desde 1998 por prevenir a su país de los planes de criminales como
ese.
Al homenaje asistieron representantes de la Asociación de Amistad
Portugal-Cuba, del Comité Portugués para la Liberación de Los Cinco
y de la Asociación Portuguesa José Martí (APJM).
También participaron cubanos residentes en esta nación europea y
los integrantes de la misión diplomática de la isla en Lisboa.