Al menos nueve personas murieron hoy en Sirte, Libia, por
bombardeos aéreos de la OTAN, mientras el senador republicano
estadounidense John McCain llegó a Benghazi y rebeldes libios
aseguraron controlar una importante ruta en el oeste.
La televisión estatal libia informó que aviones de combate de la
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) dispararon
numerosos proyectiles en Sirte en un nuevo intento por mellar la
moral de soldados regulares y de civiles en la ciudad natal de El
Gadafi.
Los ataques siguieron al anuncio de Estados Unidos de que destinó
aviones no tripulados (drones) para atacar objetivos gubernamentales
en las ciudades, a fin de alterar el estancamiento del conflicto
militar en torno a Misratah (oeste) y Ajdabiya y Brega (este).
El vocero del Gobierno de Libia, Moussa Ibrahim, anunció ayer que
muchas ciudades se están organizando en escuadrones para repeler
cualquier posible ataque terrestre y que se empezó a distribuir
armas entre la ciudadanía para enfrentar una eventual agresión de la
OTAN.
Asimismo, el senador McCain se entrevistó este viernes en
Benghazi, el principal bastión de los insurgentes en el oriente, con
representantes del opositor Consejo Nacional de Transición (CNT),
para expresarles su apoyo en la lucha contra el Gobierno libio.
El legislador norteamericano, piloto veterano de la guerra en
Vietnam, recordó que ha pedido al presidente Barack Obama mayor
involucramiento de Washington en la cruzada occidental contra Libia
para derrocar a El Gadafi.
Los rebeldes, que organizaron una bienvenida a McCain con fuerte
tono anti-Gadafi y muy pro-estadounidense, agradecieron la decisión
de Obama de desplegar aviones no tripulados sobre Libia, luego de
que Francia, Gran Bretaña e Italia enviaron instructores militares.
Sin embargo, algunas fuentes indicaron que la jefatura insurrecta
fue categórica al señalar que no desea tropas extranjeras en sus
filas, lo cual se contradice con declaraciones favorables al
suministro de armas y la presencia de asesores para adiestrar en su
manejo.
Entretanto, fuentes noticiosas tunecinas reportaron que rebeldes
libios abatieron a las tropas leales a Trípoli durante
enfrentamientos en un punto de la frontera internacional cercano a
la aldea de Dehiba (Túnez), controlando así una estratégica ruta de
suministro.
La localidad montañosa estuvo bajo asedio gubernamental desde el
estallido de las revueltas libias hace dos meses, pero los combates
al amanecer de este viernes permitieron a los alzados celebrar la
primera victoria en el frente occidental, dado el panorama confuso
en Misratah, reportó Prensa Latina.