Una tensa calma salpicada por denuncias de fraude electoral reinó
hoy en Haití, luego de una jornada de jueves cargada de incidentes
violentos, con saldo de al menos dos muertos.
Autoridades locales temen nuevas revueltas después de la
celebración religiosa muy extendida del Viernes Santo, un día de
recogimiento para los católicos, pues entidades internacionales y el
electo presidente, Michel Martelly, se sumaron a las acusaciones de
irregularidades en los comicios legislativos.
La Misión en Haití de la Comunidad del Caribe y de la
Organización de Estados Americanos (MOEC) emplazó al Comité
Electoral Provisional a aclarar las circunstancias que motivaron
descartar de los conteos finales a una veintena de candidatos al
Congreso, clasificados en los primeros resultados.
El MOEC aseguró en un informe difundido esta tarde que no existen
razones para tales variaciones entre los resultados finales y los
preliminares.
Martelly, por su parte, durante un mensaje televisivo emitido la
víspera, afirmó que el voto del pueblo para el Senado y la Cámara de
Diputados no fue respetado.
Hubo al menos 17 aspirantes en primera posición durante los
primeros conteos que no aparecieron en los definitivos, pedimos una
verificación independiente para conocer si se cumplió el deseo
electoral de los haitianos, exigió.
Los cambios en los resultados para el Legislativo ocurrieron a
favor de Inite, la plataforma del saliente dignatario, René Préval,
que continuará como principal fuerza política, ahora con 65 escaños
en el Parlamento.
Algunos candidatos que en un inicio solo obtuvieron 55 mil votos
ahora tienen más de 90 mil, criticó la misión de Naciones Unidas en
Haití.
Tanto el nuevo mandatario como la MOEC llamaron a la calma para
evitar la repetición de incidentes violentos.
Un médico y la líder de un movimiento político fallecieron
quemados la víspera, mientras otras 10 personas resultaron heridas
en disturbios protagonizados por descontentos con los resultados,
informó la policía.
Los manifestantes lanzaron piedras, bloquearon calles, volcaron
autos, incendiaron haciendas, casas, emisoras de radio e intentaron
asaltar edificios estatales como comisarías y tribunales de
justicia.
Con los fallecidos de ayer, son siete las víctimas fatales
durante el proceso electoral iniciado en noviembre de 2010.
En el transcurso de la segunda ronda el pasado 20 de marzo, dos
personas murieron baleadas, mientras tras el anuncio de los primeros
resultados el pasado 4 de abril los disturbios provocaron la muerte
de un joven de 15 años.
La publicación de los conteos de la primera ronda en diciembre de
2010 generó un caos por más de tres días, que costó la vida a dos
hombres.