Así como él mismo lo confiesa, su horizonte de motivaciones se
mantiene, y no es para menos pues por delante el plusmarquista del
orbe de las vallas cortas, Dayron Robles (12.87), tiene el Mundial
al aire libre de Daegu, Sudcorea, y los Panamericanos de
Guadalajara.
Convencido de que irá a saciar la sed de triunfo, encara cada
sesión de entrenamiento en el cuartel general del campo y pista, el
Estadio Panamericano:
"Físicamente me siento bien, entreno de lunes a sábado tres horas
diarias con las cargas normales, o sea combinando fuerza y técnica,
inmerso en el mesociclo de preparación especial, específicamente
entrando en la etapa precompetitiva. No queda señal alguna de
molestia, ni en el tobillo ni en la región lumbar, zona donde
conjuntamente con el equipo médico realizamos un trabajo de
fortalecimiento riguroso".
¿Qué proyectas en el calendario inmediato?
"Iré subiendo el ritmo poco a poco: correré el 7 de mayo en
Martinica y el 15 en Puerto Rico, para luego calentar las
temperaturas en Ostrava el 28, ciudad que siempre me ha deparado
buenos resultados hasta ahora. Después seguiré buscando la forma
óptima acá en La Habana hasta julio, cuando me reinsertaré en el
circuito universal hasta llegar al Mundial."
Su mentor, el avezado Santiago Antúnez, puntualizó sobre la forma
de Dayron: "Está bien, evaluamos el número posible de mítines en los
que concursará, a partir de un estudio exhaustivo con los ejercicios
de fortalecimiento, el cual está culminando su tercer año, con el
doctor Richard Pérez, el fisioterapeuta y otro especialista de
medicina deportiva en el Cerro Pelado.
"Si todo sigue como hasta ahora estará listo para encarar las
grandes competencias, a los rivales y sacudirse con excelentes
resultados", sentenció.