"El socialismo en el campo se hace produciendo comida. Todo el
mundo habla de los privilegios de la salud y la educación gratuitas;
pero para mantener eso hay que poner comida en el hospital, en el
hogar materno, en el seminternado, en el círculo infantil, y eso nos
toca; porque el Estado no obvia ni le cobra un kilo a la familia
campesina a la hora de ofrecerle las bondades sociales". (Ricardo
Serrano, campesino)
"El transporte en la ciudad no es suficiente, y yo con mi coche
presto un servicio útil al pueblo. La gente paga, claro, pero lo
agradece, y mire, mientras yo no abuse del cliente, lo trate bien y
respete las leyes, creo que también hago socialismo; como mismo lo
hace el médico, el constructor, el maestro o cualquier otro
trabajador". (Agustín Aceo, cochero)
"El sacrificio del pescador va combinado con el desarrollo social
y económico. De nuestro aporte depende en parte que existan salud y
educación gratuitas, seguridad social y todos los beneficios de la
Revolución. Por eso, mientras estoy en el mar varios días, tengo la
tranquilidad de que en casa mis tres hijos siguen en la escuela, y
si enferman tienen el médico seguro. Esa oportunidad me la da el
socialismo". (Miriel Ginarte, pescador)
"Socialismo para mí es el agradecimiento del pueblo. En el sector
de la salud se manifiesta diariamente, porque aunque llevamos más de
50 años de atención gratuita y la gente a veces no se fija en cuánto
vale eso, siempre le agradecen a uno". (Yusneidis Aleaga, médico)
"En el socialismo la persona es lo primero, y debido a ese
principio hay muchas cosas que mejorar y perfeccionar todavía; por
ejemplo, el trato al paciente y la máxima calidad del servicio en
salud. No podemos olvidar nunca por qué pudimos hacernos médicos o
enfermeras, profesionales en sentido general, y ningún título ni
posibilidad económica nos da derecho a sentirnos superiores a nadie.
La humildad también es una enseñanza del socialismo que juntos
construimos". (Adisleydis Pino, licenciada en Estomatología)
"Ahora venimos de un círculo de interés que nos gusta mucho y
cuando seamos grandes a lo mejor trabajamos ahí. Nadie nos cobra por
eso, ni las clases en el aula, ni los libros, y los maestros se
preocupan por los problemas en la casa. Ellos dicen que les pagamos
haciendo las tareas, cuidando los materiales escolares, siendo
amables y portándonos bien en el aula y en la casa.
"Gracias al Socialismo y a la Revolución somos felices, vivimos
sin guerras y podemos jugar dondequiera". (Iviana, Marisleydis,
William Daniel, y Maryiné, pioneros)
A Fernando Martínez Heredia, Premio Nacional de Ciencias Sociales
(2006), el estudio del socialismo cubano le ha ocupado parte de su
vida, y entre todas las visiones, la apropiación popular del término
le parece un ángulo interesante.
Al respecto, aceptó amablemente el diálogo con Granma:
¿Cómo el pueblo se apropió, al inicio, del término socialismo?
"El socialismo lo asumió la gente en Cuba —y me refiero no a
pequeños grupos, sino a la mayoría— como la forma más grande, la
forma superior de su liberación. Socialismo ya no era meramente
derrotar a la tiranía de Batista, apoderarse de las propiedades que
los ricos habían usado para explotar a una gran masa y someterla a
la miseria, o quitarles a los norteamericanos el mando sobre Cuba.
"Más que eso, fue visto como forma de la dignidad humana, de
asumir por fin la condición humana: no ser ya el lobo de los demás
para sobrevivir; poder sentirse compañero y compañera de los otros;
para la mujer, empezar a dejar de ser considerada inferior al
hombre; no tomar el oficio más simple como un demérito, y así miles
de cosas que del modo más humano les fueron apareciendo a la gente.
"También fue tener un fusil en la mano y la posibilidad no solo
de defenderse, sino de defender a todos con un arma que ya no era
símbolo exclusivo de los cuerpos represivos. Tener la capacidad de
leer, escribir y alcanzar grados escolares. Todo eso desde un
principio fue el socialismo, y por eso la fuerza inmensa del mismo,
hoy, en la Isla.
"El socialismo fue una asunción maravillosa para la mayoría de
los cubanos, aun en medio de grandes desgarramientos: las luchas de
clases, las luchas contra el imperialismo, las cantidades de
personas que sin ser ricos no entendieron a la Revolución y
abandonaron el país. Otros que también llegaron a pelear contra la
Revolución y eran pobres, que es lo más duro.
"O sea, no fue tampoco una fiesta, pero de todo eso salió la
fortaleza del socialismo en Cuba".
¿Considera que en 50 años esa apropiación ha evolucionado?
"En 50 años el socialismo sin dudas fue cambiando, en parte de
sentido y en parte de contenido. Yo creo que en muchos sentidos el
cambio fue muy positivo.
"Fue muy positivo cuando convirtió los servicios fundamentales en
universales, y los principales de ellos se hicieron gratuitos.
"Cuba es una Revolución de verdad y muy profunda, con la cual el
pueblo se apoderó de las riquezas nacionales y después organizó el
reparto. Hizo que en vez de ser un reparto efímero y desorganizado,
se convirtiera en un poder capaz de dispensar educación y salud
gratuitas, y encontrarle a la gente oportunidades de acuerdo con sus
méritos y cualidades.
"Aquí se le ha dado a cada cual por ser ciudadano cubano. ¿A
alguien le han preguntado cuánto ganaba para acceder a algún
tratamiento? A nadie, y eso es resultado de una sociedad superior.
De ahí sale la cultura socialista cubana y la capacidad de vencer y
de resistir.
"Hace 20 años se acabó el socialismo a escala mundial. Cuando
desapareció la Unión Soviética, dijeron que Cuba no podría
sobrevivir porque dependía de ella. Muy pronto quedó demostrado no
solo que eso era falso, sino que el socialismo cubano tenía una
fuerza y unas raíces inmensas.
"Hoy nuestros detractores han tenido que seguir acostumbrándose a
una Isla con un papel importantísimo en el continente, en la nueva
oleada de movimientos populares, en los miles de internacionalistas
de altísima capacidad profesional que ayudan a varios países, a que
revoluciones como las de Venezuela y Bolivia florezcan a partir de
beneficios reales al pueblo. En ese sentido son ganancias del
socialismo que se han mantenido.
"Hoy estamos en un proceso de recuperación del pensamiento
marxista y del conjunto de pensamientos revolucionarios cubanos.
"En la actualidad el Presidente Raúl lo ha dicho con muchísima
claridad: estamos enfrentados a una discusión del pueblo, y sus
criterios son las bases para un Congreso y una Conferencia del
Partido. Ejercitamos la capacidad del pueblo cubano de participar de
forma auténticamente democrática, algo positivo y fundamental.
"De este debate también debe salir, entre otras cosas, el modo de
cerrarle el paso a la creencia de que no podemos ser socialistas y
de que debemos retroceder.
"Nosotros nunca podremos retroceder para salvarnos. Nosotros solo
nos salvamos si salimos adelante, y en ese sentido, al socialismo en
Cuba le quedan maravillosas jornadas por llevar a cabo."