Túnez formalizó hoy trámites internacionales para extraditar
desde Arabia Saudita al expresidente Zine El Abidine Ben Alí,
acusado aquí de 18 delitos, entre ellos, complot contra la seguridad
del Estado, narcotráfico y homicidio voluntario.
El ministro tunecino de Justicia, Lazhar Karoui Chebbi, afirmó
que trabaja en coordinación con la cancillería para conseguir la
repatriación de Ben Alí y su esposa, Laila Trabelsi, a fin de
juzgarlos en el país por varios cargos.
El ex mandatario, su mujer y otros miembros del llamado Clan
Trabelsi huyeron a territorio saudita el 14 de enero, forzados por
una revuelta popular que puso fin a 23 años de mandato y abrió el
camino a transformaciones democráticas aquí y en otros países
árabes.
Según explicó Chebbi, se abrieron otras 26 causas judiciales
contra la familia del exgobernante y varios de sus antiguos
ministros, razón por la cual fueron emitidas órdenes internacionales
para congelar fondos de esas personas en bancos extranjeros.
Asimismo, está previsto enviar en breve de una delegación a la
sede de la INTERPOL en Lión, Francia, para intentar acelerar la
ejecución de una solicitud de detención internacional y posterior
extradición.
Los casos legales contra el otrora hombre fuerte de esta nación
maghrebí y sus allegados suman en total 44, puntualizó el ministro
de Justicia al añadir que hasta ahora están bajo arresto 33 miembros
de la familia y exfuncionarios sospechosos de saquear recursos
estatales.
La justicia tunecina acusa a Ben Ali de ordenar a las fuerzas de
seguridad la represión de las revueltas iniciadas el 17 de diciembre
último en Sidi Bouzid, y que causaron 219 muertos, incluidos 72 en
las cárceles, según estimados de la ONU.
Según reporte de Prensa Latina, esta misma semana una
investigación judicial arrojó que el entonces presidente mandó
bombardear un barrio de la región de Kasserine para aplacar la
insatisfacción callejera que derivó en masivas protestas.