El gobierno boliviano alista desde hoy la Ley de Minería, que
permitirá la recuperación de concesiones en ese sector por todo el
país suramericano, reportó Prensa Latina.
La norma podría ser promulgada el próximo 1 de mayo en ocasión
del Día Internacional del Trabajo, fecha en la que también quedaría
sepultado el Decreto 21060, de 1985, que trajo el modelo de mercado
a la economía nacional, según Palacio Quemado.
De acuerdo con el ministro de Minería y Metalurgia, José
Pimentel, el Gobierno recuperará unas cuatro mil concesiones ociosas
que sólo hacen engordar a algunos empresarios, opinó.
Pimentel precisó que solo el 30 por ciento de las empresas
mineras que tienen concesiones realizan inversiones en el territorio
nacional, las que a futuro también deben adecuarse a la nueva
medida.
Cuando se plantee el nuevo contrato minero nos tienen que decir
qué concesión van hacer, en qué tiempo van a trabajar y cuándo será
la operación. Si no cumplen estos requisitos en los contratos
mineros naturalmente esto va a venir en reversión, remarcó.
En la actualidad existen en Bolivia unas seis mil concesiones
mineras, pero las que están trabajando no pasan de las dos mil,
según datos oficiales.
La autoridad recordó que ninguno de anteriores convenios durante
los procesos de privatización han sido aprobados en el parlamento,
por lo que son totalmente ilegales.
Entre los inversionistas extranjeros, el mayor es la empresa
japonesa Sumitomo, que explota San Cristóbal (Potosí), uno de los
yacimientos de plata, zinc y plomo más grandes del mundo.
Otras dos entidades foráneas son Coeur D'Alene, que produce plata
procesando minerales propios, y la suiza Glencore, que explota cinco
minas, la mayoría de plomo, plata y estaño.
De acuerdo al Código de Minería, la concesión minera constituye
un derecho real distinto al de la propiedad del predio en que se
encuentra, aunque aquella y ésta pertenezcan a la misma persona.