En el acto participaron el parlamentario del Partido Verde Keith Locke, el secretario general del Sindicato Marítimo Joe Fleeddwood, y miembros de la Sociedad de Amistad con Cuba en Nueva Zelanda, además del embajador cubano aquí, José Luis Robaina, y representantes del cuerpo diplomático latinoamericano.

Todos los oradores recordaron el heroísmo y la determinación mostrados por el pueblo cubano durante los días que duró la agresión.

A su turno, Locke resaltó la importancia histórica de la victoria de Playa Girón, que representó la primera gran derrota sufrida por el imperialismo yanqui en América Latina.

El parlamentario también mencionó los éxitos alcanzados por la Revolución Cubana en áreas claves como la educación y la salud pública, lo cual demuestra, dijo, las virtudes del sistema imperante en la isla caribeña.

Robaina, por su parte, subrayó que Playa Girón marcó un punto de inflexión en la historia de Cuba, ya que en vísperas del 17 de abril de 1961, fecha del inicio de la invasión, el Comandante en Jefe Fidel Castro había declarado ya el carácter socialista de la Revolución.

En Girón venció el espíritu de independencia de Cuba, heredero de un siglo de luchas titánicas, primero contra el poder colonial español y luego contra el dominio neocolonial norteamericano, remarcó.

El diplomático apuntó que 50 años después de la victoria sobre los invasores, Cuba sigue en pie de lucha por su independencia y autodeterminación, por lo que reclamó el fin del injusto y criminal bloqueo impuesto hace medio siglo por Estados Unidos.