|
|
|
El deber ineludible de todos los revolucionarios
Como el Partido Revolucionario Cubano de la independencia, hoy
dirige nuestro Partido la Revolución. Militar en él no es fuente de
privilegios sino de sacrificio y de consagración total a la causa
revolucionaria. Por ello en él ingresan los mejores hijos de la
clase obrera y del pueblo, velando siempre por la calidad y no por
la cantidad. Sus raíces son las mejores tradiciones de la historia
de nuestro pueblo, su ideología es de la clase obrera: el
marxismo-leninismo. Él es depositario del poder político y garantía
presente y futura de la pureza, consolidación, continuidad y avance
de la Revolución. Si en los tiempos inciertos del 26 de Julio y en
los primeros años de la Revolución, los hombres jugaron
individualmente un rol decisivo, ese papel lo desempeña hoy el
Partido. Los hombres mueren, el Partido es inmortal. Consolidarlo,
elevar su autoridad, su disciplina, perfeccionar sus métodos de
dirección, su carácter democrático y elevar el nivel cultural y
político de sus cuadros y militantes, es deber ineludible de todos
los revolucionarios.
Fidel, 26 de julio de 1973 |
|
|