Decenas de miles de iraquíes marcharon para protestar por la
presencia de tropas de Estados Unidos y exigir su retirada a finales
de año, días después de controvertidas insinuaciones de Robert Gates,
informó Prensa Latina.
Cuando todavía está fresca la probablemente última visita de
Gates a Iraq como secretario de Defensa norteamericano, personas de
distintos estratos políticos, sociales y religiosos se concentraron
para advertir de las consecuencias de prolongar la ocupación
extranjera del país.
El clérigo chita Muqtada Al-Sadr, quien vive autoexiliado en
Irán, envió un mensaje a la multitudinaria concentración de Bagdad y
amenazó con reactivar el Ejército Mehdi, si Washington incumple el
acuerdo para sacar sus efectivos de aquí antes del 31 de diciembre
próximo.
Si los norteamericanos no se van de Iraq en tiempo,
incrementaremos la resistencia y reiniciaremos las actividades del
Ejército Mehdi, dijo Al-Sadr en alusión a la milicia que desarticuló
en 2007 y que fue de las más efectivas en la lucha contra la
coalición foránea.
Las movilizaciones coincidieron con el octavo aniversario del
derrocamiento del expresidente Saddam Hussein, ocurrido poco después
de la invasión y ocupación comandada por Estados Unidos en marzo de
2003 con el alegado fin de hallar armas de destrucción masiva.
Con consignas contra Estados Unidos, Israel y llamados a la
unidad de la mayoritaria población chiita y la minoría sunnita
iraquíes, los participantes en la demostración urgieron al gobierno
del primer ministro Nouri Al-Maliki a no ceder a las pretensiones de
Washington. Gates, quien habló entre miércoles y viernes con Al-Maliki,
el presidente Jalal Talabani y el viceprimer ministro Saleh Al-Mutlaq,
visitó a las tropas de su país emplazadas en Mosul y adelantó la
posibilidad de que extiendan su presencia más allá de este año.
En ese sentido, urgió el jueves a las autoridades de Bagdad a
analizar las eventuales necesidades de asistencia militar y
decidirlo muy rápido, para que el Pentágono estudie si avala o no la
prórroga.
Un acuerdo de diciembre de 2008 estableció una reducción
significativa de los entonces más de 160 mil efectivos
norteamericanos para agosto de 2010, cuando se quedaron unos 47 mil,
y su repliegue total del país mesopotámico antes del inicio de 2012.
Para aplacar la irritación ante la eventual prolongación de la
ocupación estadounidense, el portavoz gubernamental Ali Al-Dabbagh
aseguró ayer que Al-Maliki no desea extender la presencia de los
militares porque Iraq está capacitada para asumir su propia
seguridad.
El gobierno prohibió la circulación vial en el centro bagdadí
para garantizar la seguridad de la protesta, en la que se recordó
que más de un millón 400 mil nacionales, la mayoría civiles,
murieron durante la ocupación, frente a cuatro mil 446 militares de
Estados Unidos.