EL CAIRO. — La institución Al-Azhar, máxima autoridad del Islam
sunnita en Egipto, condenó la agresión militar de países
occidentales contra Libia, justo cuando toman fuerza hoy criterios
favorables a que este país se mantenga fuera del conflicto.
En un comunicado difundido por el periódico estatal Al Ahram, la
influyente entidad religiosa y académica advirtió a Estados Unidos y
Gran Bretaña de cualquier intento por "dividir Libia y destruir sus
riquezas naturales y humanas, como ocurrió en Iraq".
Asimismo, definió como "agresión" la intervención de fuerzas
militares estadounidenses, británicas y francesas que, por sexta
noche consecutiva, bombardearon distintas zonas costeras del vecino
país.
Los lanzamientos de misiles desde el aire y desde el mar
Mediterráneo han provocado hasta hoy más de 100 civiles muertos en
Trípoli y muchos más heridos, según un portavoz del gobierno libio.
Al-Azhar, la más respetada escuela islámica sunnita y una de las
más antiguas del mundo, también expresó su apoyo a lo que definió
como "demandas legítimas de la revolución popular libia".
La institución condenó a gobiernos árabes "que oprimieron a sus
ciudadanos durante décadas" y se pronunció contra la permanencia en
el poder de los líderes de esos países, "si ello conllevaría más
derramamiento de sangre".
"Ellos deberían dejar sus puestos, es lo menos que pueden hacer
para responder a sus pueblos que los han soportado y han sido
pacientes por largo tiempo", indicó el mensaje citado por Al-Ahram.
La jerarquía de Al-Azhar también criticó a las instituciones
árabes e islámicas por fracasar en atender los problemas económicos
y políticos de sus sociedades, lo cual -enfatizó- han derivado en la
ola de protestas populares en Medio Oriente.
Por otro lado, círculos diplomáticos en El Cairo consideraron
sensata la decisión de Egipto de no tomar parte en las operaciones
militares contra Libia, a pesar de la reciente visita a esta nación
del secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates.
Tras salir hace escasamente mes y medio de una ola de revueltas
callejeras para derrocar a Hosni Mubarak, las autoridades militares
egipcias tienen claro que su primera preocupación es la seguridad de
sus ciudadanos, sostuvieron las fuentes en declaraciones a la
prensa.
La semana pasada la cancillería egipcia dejó claro que "por
razones humanitarias" no participaría en las acciones para imponer
una zona de exclusión aérea en el país norafricano, pese a que la
medida está avalada por la Liga Árabe y el Consejo de Seguridad de
la ONU.