BRUSELAS. — La crisis política en Portugal, el Pacto del Euro, la
ofensiva militar en Libia y los efectos del sismo en Japón ocupan
este viernes aquí por segundo día consecutivo a los líderes de la
Unión Europea (UE).
El debate sobre la situación actual de Portugal acaparó ayer la
atención de los jefes de Estado o Gobierno reunidos en una cita
cumbre que en las calles fue acogida por multitudinarias protestas
sindicales.
Los Veintisiete valoraron la posibilidad del temido rescate a la
economía lusa, de alrededor de 75 mil millones de euros, lo que para
ese país significará la aplicación de duros recortes sociales.
Sobre Libia, adelantaron su intención de avanzar hacia un bloqueo
total del petróleo de esa nación árabe, reiteraron su apoyo a la
agresión militar y su compromiso con una eventual misión
humanitaria.
Esos dos temas centrales eclipsaron al resto de la agenda, por lo
cual los líderes dejaron para hoy el análisis del terremoto de Japón
y la revisión de la seguridad de las centrales nucleares europeas.
Se espera que el foro presente este viernes el polémico Pacto por
el Euro, iniciativa con la que la UE busca mejorar su competitividad
económica y que suscita un fuerte rechazo de los sindicatos.
A pesar de la creciente oposición popular, la víspera varios
países que no integran la eurozona como Polonia, Bulgaria, Rumania,
Lituania y Letonia manifestaron su intención de sumarse al citado
pacto.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, sostuvo que
contra el criterio de los sindicatos, ese convenio intenta fomentar
el bienestar social y crear más fuentes de empleo.
Pero los principales gremios europeos no piensan lo mismo y por
esa razón llamaron a los trabajadores a nutridas manifestaciones
para expresar el rechazo unánime a las medidas de austeridad de sus
gobiernos.
Más de 20 mil personas convocadas por la Confederación Europea de
Sindicatos se reunieron aquí el jueves para condenar los recortes
implementados en sus países frente a la crisis de deuda en la
región.