Con aplomo desde el box

ALIET ARZOLA LIMA, estudiante de Periodismo

Foto: Ricardo López HeviaEs curioso: nueve de los 15 lanzadores de Villa Clara tienen nombres que comienzan con "Y". Fruto de la casualidad, tal vez, o de las tendencias de los ya lejanos años 80. Lo realmente llamativo del staff naranja es su gran efectividad en el presente clásico de las bolas y los strikes, en el que como líder promedió 3,83 carreras limpias por juego, solo les batearon 271, segundos del evento.

Uno de los máximos responsables de esa labor es Freddy Asiel Álvarez, natural de Sierra Morena, en el municipio de Corralillo, quien dio sus primeros pasos en el deporte lejos de los diamantes, exactamente en el boxeo e, incluso, cuando comenzó en la pelota no lo hizo en la lomita.

"Jugaba tercera base, pero era malo bateando y los entrenadores me dijeron que tenía condiciones para ser pitcher", comenta.

Llegó temprano a las Series Nacionales, hace cinco campañas, y tal vez por esa razón muchos no lo ven como un bisoño de 21 años. "Comencé a los 16, en Villa Clara, pero me adapté rápido al nivel porque había lanzado bajo presión en eventos internacionales con el equipo Cuba, y eso es complicado en cualquier categoría", explica.

¿Qué tan importante fue Víctor Mesa como director técnico en tus compases iniciales?

"Tuvo mucha confianza en mí y desde el principio me utilizó como abridor, además, siempre nos brindó a todos una gran educación, al igual que Eduardo Martín, que ahora me ha dado la responsabilidad de ser el primer lanzador del equipo."

Y no ha defraudado el impetuoso derecho, mortal para los bateadores contrarios con sus envíos pegados, escasos en nuestro béisbol, y con distintos ángulos de salida de la bola, que en ocasiones convierten su trabajo en indescifrable, al punto de ser el líder absoluto en carreras limpias permitidas, con extraordinario ¡1,89!

"Los entrenadores Ronni Aguiar y Arael Sánchez son los máximos responsables de mi buen trabajo, aunque también he madurado. Ya no soy el mismo de antes, tengo un manual para cada contrario según sus características y me preparo igual para enfrentar a rivales de mayor o menor calidad", añade.

Admirador confeso de Norge Luis Vera, el joven diestro asegura con ecuanimidad que no se amilana ante ningún reto y reconoce sonriente su deuda personal con Matanzas. "Siempre me encienden", aunque sabe que la oportunidad de vencerlos llegará, solo es cuestión de tiempo: "Es muy complicado lanzarle a los matanceros, pero no me obsesiono ni escojo rivales, pitcheo cuando me toca, eso sí, me gusta trabajar con mucha gente en las gradas, contra los equipos que halan bastante público".

Este aliciente lo tendrá en altas dosis desde hoy en los play off, donde será el as del box en el elenco naranja y deberá mostrar, cuando le corresponda, toda la sangre fría, el temple y la mentalidad ganadora que le caracterizan para contribuir al retorno de Villa Clara, 16 años después, al máximo escalón del béisbol cubano.

 

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