Mirlande Manigat, aspirante a la presidencia haitiana, demandará
ante el Consejo Electoral Provisorio (CEP) el comportamiento
violento de seguidores de su rival Michel Martelly en las últimos
actos previos al sufragio del domingo, reporta Prensa Latina.
La exsenadora también se quejará por la pasividad de la policía
cuando esas personas interrumpieron la víspera una reunión pública
en Mirebalais, en el centro del país, coreando consignas en su
contra y con carteles a favor del cantante.
Cuando la escolta de Manigat intentó dispersar a esos individuos,
se produjo un fuerte enfrentamiento entre simpatizantes de ambos
candidatos que causó varios heridos.
Más tarde, numerosos partidarios de la exprimera dama lanzaron
piedras contra el hotel Mirage de Mirebalais, que es propiedad de un
seguidor de Martelly.
También ayer murió Saint Aubin Michel, responsable de campaña de
Manigat en Port de Paix, en el noroeste del país, tras recibir
varios disparos mientras regresaba a su casa.
Su cadáver fue encontrado esta mañana cerca de su domicilio y aún
se desconoce los autores de ese crimen.
Ante esa situación, el músico, alias Sweet Micky, condenó hoy
esos hechos y pidió a sus seguidores mantener la calma y comportarse
de forma adecuada en los cuatro días restantes para las justas.
Asimismo, urgió a la policía y a la justicia haitiana a actuar
con firmeza contra quienes incurran en incidentes que pudieran
perturbar el final de la campaña electoral.
La tensión social crece en Haití pese al llamado a la tolerancia,
respeto y a la buena convivencia de los dos candidatos, la CEP y los
observadores internacionales.
Más de cuatro millones de haitianos escogerán el próximo domingo
entre Manigat y Martelly al sucesor del mandatario actual, René
Prevál, a 79 diputados y a siete senadores.
Ambos aspirantes a la presidencia recorren la nación antillana
desde el pasado 17 de febrero para atraer electores y presentar sus
planes de gobierno.
La exsenadora aspira a implementar medidas para estabilizar los
precios de los productos básicos, frenar la epidemia de cólera, con
un saldo de casi cuatro mil 700 fallecidos, y poner en marcha
mecanismos de prevención en situaciones de emergencia por
catástrofes naturales.
Martelly, favorito, según recientes encuestas, prometió
restablecer la autoridad del Estado, crear confianza y desarrollar
un plan para alojar a las personas desplazadas después del sismo de
enero de 2010.
Ese fenómeno ocasionó al menos 316 mil muertos, 1,5 millones de
damnificados y más del 60 por ciento de infraestructura destruida y
Puerto Príncipe y otras ciudades aledañas.
Ambos rivales también se comprometieron a acelerar el proceso de
reconstrucción, impulsar la producción agrícola nacional y el
desarrollo económico de la nación caribeña.