Distante aún de convertirse en ese espacio modelo para el
desarrollo armónico del vínculo hombre-naturaleza, el Gran Parque
Metropolitano de La Habana (GPMH), transita por una etapa de franco
renacer de sus valores ecológicos y culturales.
La licenciada Elizabeth Salas, del departamento de Relaciones
Públicas de la instalación, explicó que entre las principales
acciones ejecutadas figura la continua reforestación de las márgenes
del río Almendares, el saneamiento del entorno y la educación
ambiental de las comunidades aledañas.
Asimismo, se caracterizaron las tierras del lugar y está en
proyecto la regionalización de las especies vegetales que deben
sembrarse para preservar la biodiversidad de cada área del principal
pulmón verde de la capital.
Otras acciones dirigidas a recuperar la imagen del singular
proyecto, concebido hace dos décadas por la máxima dirección del
país, son el remozamiento y rescate de instalaciones gastronómicas y
recreativas, y la celebración del festival infantil de ciencia y
tecnología, y el dedicado a promover los juegos tradicionales.
Con una extensión aproximada de 700 hectáreas, extendidas a lo
largo de los últimos 9,5 kilómetros del río Almendares, el GPMH
abarca nueve Consejos Populares de varios municipios citadinos y en
él·aparecen incluidos el Bosque de La Habana, los parques Almendares
y Forestal, así como los Jardines de la Tropical y de la Polar.