Actualizado 9:00 p.m., hora local
La alerta nuclear en Japón se extiende a cinco reactores
La pesadilla nuclear se va materializando en Japón. A medida que
pasan las horas, y a pesar de que los reguladores nucleares y el
Gobierno japonés se han esforzado en lanzar mensajes de tranquilidad
a la población desde que el viernes se supo que el terremoto había
afectado a la central nuclear de Fukushima, la preocupación sobre
una posible catástrofe nuclear irreversible sigue creciendo.
Japón vive la amenaza de catástrofe nuclear en cinco frentes. A
los problemas de refrigeración del reactor número uno de la central
de Fukushima Daiichi, calificado como accidente nivel 4 en la escala
INES y el caso que reviste mayor gravedad, ayer se sumaron las
inyecciones de agua marina a otros dos reactores (el dos y el tres)
por fallos en la refrigeración.
La Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA)
informó de que se había elevado la alerta nuclear en la central
nuclear de Oganawa, unos kilómetros al norte de Fukushima por los
elevados niveles de radiactividad que se estaban registrando.
Los bomberos japoneses también informaron de que la central de
Tokai, a sólo 120 kilómetros de la capital, también estaba teniendo
fallos en el sistema de refrigeración. Los operativos centran
todos sus esfuerzos en buscar métodos alternativos de refrigeración
-inyectando agua marina y boro- para evitar a toda costa que un
sobrecalentamiento de la válvula que contiene el reactor provoque
una explosión letal.
Las centrales nucleares se encuentran bastante cerca las unas de
las otras a lo largo de la costa este de Japón, la región más
cercana al epicentro del terremoto que azotó al país el viernes.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, describió la dantesca
situación como "la peor crisis que ha vivido el país desde la
Segunda Guerra Mundial" y anunció que el Gobierno realizará cortes
de electricidad para afrontar el paro en las centrales. "Esto es
totalmente diferente al accidente de Chernóbil. Estamos trabajando
para impedir que los daños se extiendan", añadió Kan, tras
garantizar que la radiación liberada no era "gran cantidad".
"LAS PERSONAS EXPUESTAS PODRÍAN TENER SECUELAS"
La Tokyo Electric Power Company (Tepco), propietaria de la
central nuclear de Fukushima situada a sólo 250 kilómetros de Tokyo,
afirmó ayer que aunque los niveles de radiactividad se han elevado
por encima de lo que es normal, por el momento no había ninguna
"amenaza inmediata" para la salud humana.
Sin embargo, las autoridades niponas repartieron ayer dosis de
yodo para evitar una posible contaminación por los isótopos
radiactivos que se encuentran en la nube de vapor contaminado que
emerge de Fukushima.
Una de las portavoces de Greenpeace para esta crisis,
Sara Pizzinato, por su parte, aseguró que sí hay motivos de
preocupación. "Las personas que han sido evacuadas están bajo
niveles de contaminación y podrían tener algún tipo de secuela,
aunque nadie sabe cuándo ni cómo", explicó.
"La nube blanca que ha salido al exterior, formada por el agua
que ha entrado en contacto con las altas temperaturas del reactor,
está contaminada porque ha estado en contacto con las varillas de
combustible", explicó Pizzinato. Entre las sustancias contaminantes
habría isótopos radiactivos de yodo.
Los tratamientos de yodo -mismo elemento, diferentes isótopotos-
que reparte el Gobierno tienen el objetivo de suplir la necesidad de
yodo que tiene el cuerpo humano de manera que, una vez que el yodo
contaminado entre en el organismo, vía alimentación, no sea
asimilado por el metabolismo. (Tomado de Cubadebate) |