La Liga Árabe (LA) avaló por unanimidad la imposición de una zona
de exclusión aérea sobre Libia con el alegado propósito de facilitar
asistencia humanitaria a civiles, pero rechazó nuevamente cualquier
intervención militar extranjera, reporta Prensa Latina.
Los ministros de Relaciones Exteriores reunidos de urgencia en El
Cairo pidieron al Consejo de Seguridad de la ONU aprobar esa medida
para proteger a ciudadanos libios y a emigrados árabes y extranjeros
que trabajan allí, explicó el secretario general, Amr Moussa.
Moussa ofreció una rueda de prensa conjunta con el canciller de
Omán, Yousef Bin Alawi Bin Abdulah, para explicar pormenores de la
resolución adoptada por 21 de los 22 Estados miembros, pues Libia
está suspendida del grupo.
Bin Abdulah y Moussa subrayaron que hubo acuerdo unánime, aunque
se hicieron reservas consistentes en remarcar al Consejo de
Seguridad de la ONU el rechazo árabe a todo tipo de intervención
militar occidental en el territorio del país norafricano.
No abre la puerta a ninguna operación militar contra Libia,
estamos ampliamente contra cualquier intervención internacional,
repitieron los diplomáticos a periodistas que preguntaron si la LA
se lavaba las manos y favorecía planes bélicos de Occidente.
Añadieron que se precisó claramente al Consejo de Seguridad que
la resolución aboga por el respeto al derecho internacional y
humanitario, y reprueba la acción militar, y Moussa dijo confiar en
que la ONU consulte con la Liga Árabe las medidas posteriores a
tomar.
Según el titular del ente panárabe, la restricción de vuelos va
dirigida contra los aeropuertos militares libios para evitar que
sean atacados los opositores civiles, a lo que el ministro omaní
acotó que la medida debe acabar tan pronto termine la crisis.
La Liga insistió en la protección de los civiles opuestos al
gobierno de Muamar El Gadafi, pese a que en las últimas semanas la
magnitud de los enfrentamientos permite hablar de una guerra civil.
Los dos dirigentes árabes insistieron en que se trató de una
medida preventiva, aunque Moussa admitió que resulta imposible
garantizar los pasos que darán las potencias occidentales, si logran
que la ONU sancione una moción para poner en marcha la zona de
exclusión aérea.
Otro tema discutido por los ministros fue el relativo a iniciar
comunicación con el Consejo Nacional provisional que aglutina a los
opositores a El Gadafi y que tiene su base en la ciudad de Benghazi,
la segunda más importante de Libia.
Tal paso se apreció por diplomáticos árabes consultados por
Prensa Latina como un desconocimiento indirecto de la autoridad de
El Gadafi, de quien el Consejo de Cooperación del Golfo cuyos
miembros pertenecen al bloque árabe- dijeron el jueves que había
perdido legitimidad.