Hasta el momento las autoridades dan cuenta de 1 500 muertos y 88
000 desaparecidos, pero el número de víctimas mortales por el
potente terremoto de 8,9 grados en la escala Richter aumenta minuto
a minuto.
Al menos unos 200 cadáveres fueron encontrados en el transcurso
de la jornada en la localidad de Sendai, en la prefectura de Miyagi
(noreste de Japón).
Las fuerzas de seguridad suponen que los restos corresponden a
pobladores de la zona, quienes pudieron morir ahogados producto del
tsunami que, con olas de hasta 10 metros, arrastró docenas de
vehículos y viviendas.
El seísmo, que tuvo su epicentro en el Océano Pacífico, a 130
kilómetros de la costa y 20 kilómetros de profundidad, pudo haber
desplazado casi 10 centímetros el eje de rotación de la Tierra,
según un estudio preliminar del Instituto Nacional de Geofísica y
Vulcanología de Italia (INGV), reporta EFE.
Las autoridades niponas comunicaron que el fenómeno afectó de
manera directa a las centrales nucleares de Onagawa y Fukushima-Daiichi,
donde se declararon sendos incendios. El Gobierno se vio obligado a
declarar el estado de "emergencia de energía nuclear".
El nivel de radiactividad registrado en la sala de control del
reactor Fukushima I es 1 000 veces superior a lo normal, según la
agencia de prensa Kyodo, que cita una comisión de seguridad, reporta
AFP.
El reactor registra problemas en el sistema de refrigeración y no
ha podido normalizarse en las últimas horas. El primer ministro
japonés, Naoto Kan, ordenó la evacuación de cerca de 45 000 personas
en 10 kilómetros a la redonda; y alegó que "el incremento de la
radiactividad significaba un riesgo de escapes radiactivos", precisó
un comunicado de prensa del Ministerio de Industria. La planta se
encuentra unos 240 kilómetros al norte de Tokio.
El ministro de Economía, Comercio e Industria nipón, Banri Kaieda,
admitió que la planta podría sufrir una pequeña fuga de radiación,
recogen las agencias de noticias locales.
Por otro lado, luego de que dejara de funcionar el sistema de
refrigeración de la central atómica japonesa Fukushima II, se ordenó
evacuar también allí a los habitantes en un radio de tres
kilómetros, según DPA.
La emergencia nuclear sigue el procedimiento de seguridad
internacional para minimizar los daños que el terremoto haya podido
causar a las instalaciones nucleares y garantizar que no se han
producido fugas radiactivas, como ocurrió en la planta japonesa de
Kashiwazaki-Kariwa que vertió al mar unos 1 000 litros de agua
contaminada tras el terremoto del 2007.
Por otra parte, la Agencia Meteorológica de Japón emitió una
nueva alerta de tsunami para la costa oriental nipona y advierte un
riesgo "importante" en las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima,
las más afectadas, según Kyodo.
En la costa este, un eventual tsunami podría arrastrar olas
superiores a los tres metros, mientras que en el extremo suroriental
del archipiélago la alerta es por olas de hasta dos metros.
Paralelamente, un nuevo terremoto, de 6,6 de magnitud se produjo
en la provincia de Nagano (norte), con epicentro en la ciudad de
Niigata.
Desde que ocurrió el poderoso terremoto de 8,9 se han sucedido
constantes réplicas, hasta 60 en la jornada de este viernes.
Entretanto, el temor de que el terremoto y tsunami que azotó
Japón desencadenara un desastre en el Pacífico se disipó cuando las
primeras olas causadas por el sismo llegaron a territorio mexicano
con solo 70 centímetros de altura, según AP.