La presidenta Dilma Rousseff afirmó que la eliminación de la
discriminación de género y la valoración de mujeres y niñas son
estrategias indispensables para alcanzar el éxito en la lucha contra
la pobreza en Brasil, reporta Prensa Latina.
"Con iniciativas como la Ley María da Penha hemos alcanzado
progresos en el combate a la violencia contra las mujeres, pero aún
hay mucho por hacer", destaca la mandataria brasileña en su mensaje
con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Tras apuntar que su administración tiene el compromiso sagrado de
enfrentar ese problema, intensificando y ampliando las medidas
adoptadas por el gobierno anterior, Rousseff asevera que su objetivo
fundamental como presidenta es la erradicación de la pobreza
extrema.
Ese flagelo, precisa, tiene cara en Brasil: es muy femenina, está
ligado a las mujeres, cuanto más pobre la familia, mayor la
probabilidad de ella sea encabezada por una mujer.
"Estoy convencida de que una política exitosa de eliminación de
la miseria debe ser enfocada en la mujer y en los menores", sostiene
la presidenta en su mensaje y agrega que programas como Mi Casa Mi
Vida, Pronaf Mujer o Bolsa Familia son eficientes porque privilegian
a las mujeres.
Recuerda que Bolsa Familia fue reajustado recientemente para
incrementar hasta 45,5 por ciento los recursos que entrega el
Gobierno a los 13 millones de núcleos inscritos y que tiene un
impacto proporcional a la cantidad de hijos de los beneficiados.
"El Brasil que queremos, y que vamos a tener, es un país sin
violencia. Es un país con agua, con luz, con saneamiento, con
educación de calidad y empleo digno para todos", subraya Rousseff.
Y concluye con que es el Brasil rico en que las mujeres y los
hombres tienen las mismas oportunidades y privilegios, contribuyendo
juntos en el desarrollo y criando sus hijos con dignidad y con
orgullo.