El cambio
climático que conlleva inundaciones y sequías, la creciente demanda
de biocombustibles y las políticas nacionales para proteger los
mercados internos podrían provocar una subida de los precios
mundiales de los alimentos y poner en peligro la seguridad
alimentaria a largo plazo, según Naciones Unidas.
Los periodos de volatilidad en los precios no son una novedad
para la agricultura, pero los recientes sobresaltos por el clima
extremo y el creciente uso de cereales para producir energía causan
mucha preocupación, dijo la Organización para la Agricultura y la
Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) de la ONU.
"La creciente influencia de los mercados de materias primas y las
respuestas de políticas contraproducentes de empobrecer al vecino
(frente a los precios altos) (...) podrían exacerbar la volatilidad
del mercado internacional y poner en peligro la seguridad
alimentaria global", señala.
El número de desnutridos en todo el mundo sigue siendo
inaceptablemente alto. En el 2010, el 16 % de la población de los
países en vías de desarrollo estaba desnutrida, de acuerdo con un
despacho de la agencia Reuters.
Los precios globales de los alimentos llegaron a un máximo en
febrero, y según proyecciones, esos precios subirían durante la
próxima década y permanecerían en niveles como promedio por encima
de los de la década pasada, dijo la Organización.