Dualidad de asignaturas, “simplificar” la educación

Olga Díaz Ruiz
olga@granma.cip.cu

Un encuentro fortuito gestó la oportunidad de esta entrevista con la profesora Ivonne Almenares Domínguez, máster en Ciencias de la Educación y licenciada en Agronomía, directora desde hace cinco años de la escuela secundaria básica Máximo Gómez Báez, de Holguín.

Foto: Juvenal Balán La dirección de la escuela supervisa constantemente el desempeño de sus docentes, afirma Ivonne.

Esta institución, con una matrícula de 536 estudiantes y 71 trabajadores, es un centro de referencia en el municipio Urbano Noris, y el único seleccionado en la provincia para desarrollar la dualidad de asignaturas, experiencia que comenzó a implementarse paralelamente para séptimo, octavo y noveno grados a partir del presente curso escolar. La nueva estructura motivó, por supuesto, la transformación del programa de clases y un reordenamiento de las funciones y responsabilidades del claustro de la escuela.

A partir de las orientaciones de la Dirección Municipal de Educación, que sigue muy de cerca el proceso, los profesores mejor preparados y con mayor experiencia fueron designados como principales o responsables en las diferentes materias —explicó Ivonne—, encargados en primer lugar de fortalecer la preparación, en metodología y en contenido, del resto, aunque continúan vinculados a las aulas con baja carga docente.

"Los profesores que están mayor tiempo al frente de los estudiantes se concentran solamente en dos materias afines, en lugar de las ocho o nueve que atendían antes, y con excepción de Español-Literatura que se imparte de manera independiente", comentó, y aclaró que las parejas de asignaturas fueron distribuidas por temáticas en las áreas de las Ciencias y las Humanidades, y en dependencia del grado de identificación y preparación de los docentes para impartirlas.

En aras de elevar la calidad de las clases bajo el nuevo programa, los profesores principales y el consejo de dirección evalúan y supervisan periódicamente el desempeño del claustro, "hasta lograr que los estudiantes avancen en el aprendizaje y lleguen mejor preparados a la etapa de bachillerato o formación técnico-profesional, que es el objetivo y eje fundamental de la educación en el nivel secundario", apunta Ivonne, mientras aprovecha para hacer la salvedad de que en el caso de los Profesores Generales Integrales (PGI), se les está impartiendo un curso de superación en las escuelas pedagógicas locales para que también puedan incorporarse progresivamente a esta experiencia.

Una vez explicada a grandes rasgos la nueva estrategia que dirige, y ante la inquietud de la reportera, Ivonne asegura que aunque es un proyecto que apenas da sus primeros pasos, "en relación con los cursos anteriores ya se constata un progreso significativo en los alumnos en cuanto a la calidad del aprendizaje, y se observa que los docentes están mejor capacitados".

ESPACIO PARA LA FORMACIÓN VOCACIONAL

Para este curso 2010-2011, en la secundaria Máximo Gómez se ha tenido bien presente la necesidad de realizar un trabajo más profundo y personalizado con los estudiantes para ayudarles en su orientación vocacional. Así lo indica esta profesora, con casi 20 años en el ejercicio del magisterio.

"Desde que ingresan a nuestro centro se les introduce en diferentes campos de estudio, haciendo énfasis en las demandas sociales de la comunidad, que básicamente requiere la formación de profesionales en las distintas especialidades agropecuarias".

Lo esencial, según su parecer, es que logremos "dirigir todas las potencialidades de la clase y los contenidos que en ella se imparten en función de la orientación vocacional; no hay mejor escenario que el aula para contribuir a formar los futuros obreros, técnicos y profesionales de Cuba".

En esta labor, afirma que le ha servido de mucho su primera licenciatura en Agronomía, y las circunstancias que la transformaron en pedagoga. "Durante el periodo especial el municipio tuvo la necesidad de que diferentes especialistas de la región se incorporaran a las aulas para asumir la instrucción de los alumnos en las distintas asignaturas. Yo estaba casi recién graduada y comencé a impartir Matemática en la escuela Máximo Gómez. Así fue como entré a Educación, y llegué para quedarme".

Sin embargo, el firme propósito de incorporar a los buenos estudiantes a las carreras priorizadas por la Revolución no está exento de tropiezos con los padres y la familia en general, pues, incluso cuando están vinculados al sector, se oponen a que sus hijos estudien las carreras agropecuarias.

"Por ello es necesario fortalecer el trabajo en el núcleo familiar y en la comunidad, educarlos también y hacerles comprender la necesidad de hallar correspondencia entre la continuidad de estudio de sus hijos y las opciones que brinda la localidad", concluyó, y destacó que "sin educación no hay Revolución posible, en eso estamos claros, pero debemos conducirnos según los requerimientos del país en cada circunstancia".

 

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