LA PAZ, 4 marzo.— Varias autoridades de Bolivia rechazaron hoy un
informe de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) que
cuestiona el apoyo del Estado Plurinacional a la lucha contra ese
flagelo.
De acuerdo con el vicepresidente Álvaro García, en los últimos
años se impulsa un enfrentamiento efectivo contra el tráfico de
estupefacientes con recursos y esfuerzos propios y no con la caridad
extranjera, dijo PL.
García señaló en conferencia de prensa que más allá del
seguimiento y detención en Panamá el 24 de febrero último del
general retirado de Policía René Sanabria, procesado en Estados
Unidos por narcotráfico, "se ha montado una ofensiva de algunas
naciones para mellar la dignidad de Bolivia".
Explicó que la campaña se inició antes con la emisión de
informes, como los de la Oficina encargada de Fiscalización de
Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y
del Departamento de Estado, que cuestionaban las acciones de Bolivia
contra la droga.
A su juicio, desde enero de 2006, con la posesión del presidente
Evo Morales, se han asestado duros golpes al narcotráfico, ya sea
con incautaciones de droga, detención de responsables, intercepción
de precursores y disminución consensuada de los cultivos excedentes
de hojas de coca.
Lamentó que naciones como Estados Unidos hayan reducido su ayuda
a países afectados por la producción de drogas y no haya cumplido su
parte con la responsabilidad compartida.
Sobre la detención de Sanabria subrayó que, apenas recibida la
información vía diplomática, el Gobierno apresó a varios efectivos
policiales vinculados a ese delito.
Por su parte, el ministro de Comunicación, Iván Canelas, señaló a
la privada Radio Panamericana que pese a los esfuerzos Bolivia en la
lucha antidrogas, Washington insiste en desprestigiar esos
programas.
Hizo notar que, sin embargo, los informes del Departamento de
Estado no mencionan a naciones como Colombia y Perú, donde crece la
producción de hoja de coca. Las críticas (de Estados Unidos) solo
están dirigidas hacia Venezuela y Bolivia, denunció.
Subrayó que tal hecho denota una actitud netamente política,
aparentemente porque no consideran que Bolivia actuó dentro del
marco de su soberanía y dignidad al expulsar a la DEA en 2008.
Explicó que aunque el propósito de Bolivia era erradicar cinco
mil hectáreas de coca ilegal por año, en 2010 se llegó a ocho mil
hectáreas, luego de consensos con los cultivadores y con absoluto
respeto a los derechos humanos.
También el director de la Agencia para el Desarrollo de las
Microrregiones y Fronteras, Juan Ramón Quintana, denunció que la DEA
intenta una campaña internacional cobarde contra Bolivia.
Quintana criticó la postura de algunos asambleístas opositores
que piden el retorno de la DEA al país pretextando que la lucha
contra el narcotráfico es deficiente o que penetró en algunas
esferas gubernamentales.
"Bolivia es un país soberano y digno y no va a permitir que este
tipo de organismos mellen su democracia", aseguró.
La víspera, Evo Morales ratificó en un acto de ascenso a
generales y almirantes de las Fuerzas Armadas que la DEA no
retornará a Bolivia mientras él sea presidente.
Es una manera de defender la dignidad y la soberanía nacional,
recalcó.