Representantes de comunidades indígenas y negras de Honduras,
reunidos este miércoles en el departamento de Atlántida,
coincidieron en la necesidad de convocar a una Asamblea Nacional
Constituyente para refundar del país.
En el encuentro, que sesiona del 21 al 24 de febrero en el
poblado de San Juan Durugubuty, del municipio de Tela, participan
unos mil 500 delegados de los pueblos lenca, pech, chorti, tolupan,
tawaka, garífuna y misquito, reporta Prensa Latina.
Hemos analizado la necesidad de cambiar las estructuras de poder.
No podemos seguir en estas condiciones donde se toman decisiones sin
consultar con nuestro pueblo, dijo Miriam Miranda, coordinadora de
la Organización Fraterna Negra Hondureña (Ofraneh).
Expresó que después del golpe de Estado de junio de 2009 se hace
más necesaria la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente
que redacte otra carta magna.
La nueva constitución -dijo- debe establecer que este es un país
multicultural y debe reconocer a nuestros pueblos.
Para Bertha Cáceres, coordinadora del Consejo Cívico de
Organizaciones Populares e Indígenas, desde sus cosmovisiones los
pueblos autóctonos pueden aportar al contenido de la ley suprema de
la nación, que debe tener un carácter incluyente y participativo.
Oradores en el encuentro denunciaron que las comunidades
originarias sufren la exclusión y la discriminación y pasan por
momentos difíciles debido a las amenazas constantes para despojarlos
de sus tierras.
Los grupos ancestrales exigieron convertir en ley nacional la
Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.