El análisis de los costos de la salud pública cubana, mirado en
el contexto económico nacional e internacional, conduce
ineludiblemente al imperativo de una utilización racional y
eficiente de los cuantiosos recursos que le asegura el Estado, con
el objetivo de continuar satisfaciendo gratuitamente, y con la
máxima calidad, las necesidades de la población.
¿Conoce
cuánto cuesta al sistema de salud una consulta de Estomatología?
Una simple selección de costos de los servicios de salud y
procederes médicos, haciendo la convertibilidad a pesos cubanos de
los gastos en divisas (un CUC igual a $25.00), y sumando además las
erogaciones realizadas en moneda nacional, muestra que el Estado
invierte $195.00 por cada examen de Rayos X que se realiza a un
paciente; $473.00 por un Ultrasonido y $1 269.00 por una Tomografía
Axial Computarizada. Cada parto fisiológico se eleva a $900.00 y a
$1 730.00 cuando se realiza mediante cesárea.
En cuanto a las intervenciones quirúrgicas en Oftalmología, en
una catarata el país eroga $1 600.00; en la de pterigion (carnosidad
en los ojos), $940.00, y en la de miopía $2 200.00.
En el campo de los trasplantes, uno de médula ósea son $96
100.00; córnea, $25 800.00; de riñón, $110.000.00; de hígado, 127
600.00; de corazón, $163 000.00.
Una consulta en una Clínica Estomatológica tiene un gasto de
$60.00; en un Policlínico, $53.00; en un Clínico-Quirúrgico, $75.00;
en un Hospital Pediátrico, $77.00.
Cada plaza-día en una Casa de Abuelo, cuando es seminterno,
representan $84.00 y en los internos $320.00; en un Hogar de
Impedidos Físicos y Mentales, $325.00. En un Hospital
Clínico-Quirúrgico el ingreso día-paciente es de $330.00, en un
Pediátrico $348.00, y en un Instituto de Investigación $460.00.
Lo apuntado a modo de ejemplo indica los incontables beneficios
que reciben nuestros ciudadanos solo por concepto de atención médica
y estomatológica, lo que contribuye a una gran seguridad individual
y familiar nacida con el triunfo de la Revolución en 1959 como
garantía para la salud en el ámbito preventivo, curativo y de
rehabilitación.
¿La
cirugía de catarata?
Desde el punto de vista de la Administración de los recursos, la
Máster en Economía de la Salud, Odalys Montesino García, jefa del
Departamento de Sistemas y Métodos del Ministerio de Salud Pública,
indicó a Granma que los costos constituyen un conjunto de
indicadores que permiten evaluar la eficiencia del trabajo de una
entidad.
En ellos, dijo, se refleja el nivel de actividad alcanzado, el
grado de eficiencia con que se utilizan los fondos financieros y la
óptima utilización de los recursos materiales consumidos y aplicados
a la actividad en un periodo económico determinado.
En el momento actual el sistema sanitario está exigido de brindar
una especial atención a los costos, atendiendo a que la crisis
internacional financiera determina e influye sobre diferentes
categorías económicas como los movimientos de precios, lo que sumado
al criminal bloqueo de Estados Unidos repercute sensiblemente en la
adquisición de medicamentos, material gastable y otros recursos
indispensables para los servicios de salud.
A ello se agrega el crecimiento de la población y su
envejecimiento, la extensión de la cobertura de los servicios
sanitarios, uso intensivo de nuevas tecnologías, mucho más costosas;
cambios en el patrón de la morbilidad (frecuencia de enfermedades),
como la reciente aparición de la influenza pandémica A H1N1, que
demandó millonarios recursos para la preservación de la salud y la
vida de la población.
Es imprescindible, reconoce la licenciada Montesino, erradicar
los problemas de Contabilidad existentes aún en las unidades de
Salud, impedir la desviación de recursos médicos (léase también
robo), eliminar plantillas "infladas", y lograr que cada funcionario
y dirigente gane en cultura económica para poder interpretar con
rigor las informaciones que se brindan y garantizar el control
adecuado.
Indica que todavía muchos especialistas acuden "al uso
irracional" de los medios diagnósticos de alta tecnología, a
exámenes de laboratorio que se pueden eliminar con un buen examen
clínico, y contribuir también, con rigor científico, a que no se
prescriban medicamentos innecesarios, a veces por simple
complacencia, con el consiguiente perjuicio para la salud de los
pacientes.
La colosal empresa que representa preservar e incluso elevar la
capacidad y calidad asistencial, lo cual es un principio sagrado y
esencia misma de nuestra Revolución, requiere que cada uno de
nuestros ciudadanos gane en la conciencia económica necesaria para
comprender que el "maná" no cae del cielo, sino de un esfuerzo
colectivo. Y para que no caiga en saco roto es imprescindible el
control y la eficiencia, en aras de que en los servicios de salud,
racionalidad y calidad, sean los principios que guíen el trabajo.