El rey Hamad Bin Isa Al Khalifa de Bahrain instruyó al príncipe
heredero dialogar con la oposición chiita, tras una violenta
represión que provocó más de 50 heridos, la mayoría con municiones
reales, reporta Prensa Latina.
La puerta al diálogo está siempre abierta y las reformas
continúan, expresó en una comparecencia ante la televisión estatal
el príncipe heredero, jeque Salman bin Hamad al-Khalifa, al llamar a
la calma e insistir en que es "tiempo para dialogar, no para
combatir.
El miembro de la familia real Al Khalifa, perteneciente a la
minoría musulmana sunnita que gobierna este pequeño país del Golfo
Pérsico, dijo que era necesario llamar a la automoderación a todas
las partes, a las fuerzas armadas, los elementos de seguridad y los
ciudadanos .
La alocución del príncipe, en la que no precisó si aceptará las
demandas de reformas de los chiitas, ocurrió después que opositores
y fuentes médicas en esta capital denunciaron ataques con balas
reales y recubiertas de caucho, así como con gases lacrimógenos.
Al caer la noche se escucharon disparos en inmediaciones de la
plaza Loulou o de La Perla, mientras en el hospital Salmaniya de
Manama varios médicos señalaron que las pruebas de rayos X
confirmaban que muchos heridos tenían proyectiles alojados en su
cuerpo.
El clima de tensión se intensificó después que tropas del
Ejército apoyadas por tanques y otros blindados desalojaron
violentamente el jueves la referida plaza del centro de esta
capital, con saldo de al menos cuatro muertos, para un total de seis
desde el pasado lunes.
Los efectivos gubernamentales abrieron fuego contra opositores
que demandan reformas democráticas y mayor participación en la vida
política del reino, cuando intentaron regresar este viernes a la
misma rotonda, devenida símbolo de la rebelión contra el régimen.
Varios heridos, todos miembros de la mayoría chiita, relataron
que estaban participando en una marcha pacífica desde la aldea de
Daih hacia la capital después de dar sepultura a una víctima de los
ataques gubernamentales del lunes.
El diputado Jalal Firooz, del partido chiita Al-Wefaq que
abandonó el parlamento bahrainí en señal de protesta, aseguró que
los protestantes estaban diseminados por la ciudad para rendir
tributo a los muertos de los últimos días.
Las calles de esta ciudad continúan patrulladas por vehículos
militares y de la policía, mientras los servicios de internet fueron
severamente restringidos, con impedimientos de tramisión de datos y
de imágenes por redes sociales, según varios residentes.
Bahrain, conocido por su clima, sus reservas petroleras y el
cultivo de perlas, alberga también la Quinta Flota de la marina de
Estados Unidos, y es considerado junto con Arabia Saudita uno de los
aliados clave de Washington en el Golfo Pérsico.