BERLÍN, 17 de febrero.— Fuertes protestas de grupos pacifistas con saldo de varios heridos y detenidos marcaron hoy el último tramo del convoy ferroviario que trasladó residuos nucleares hacia un depósito en Lubmin, en el norte de Alemania.

Los manifestantes acusaron a la policía por uso indebido de la fuerza.

Más de 6 000 agentes estatales y federales fueron desplegados para garantizar la llegada segura del convoy al depósito provisional de Lubmin, en las costas del Mar Báltico, indicó el oficial Joachim Franklin, en medio de manifestaciones pacifistas en numerosas ciudades alemanas, reportó PL.

Pese al férreo bloqueo de los manifestantes a lo largo de 900 kilómetros de recorrido desde la localidad de Karlsruhe, en el sur, la policía confirmó la llegada este jueves del cargamento de 60 000 litros con acero y mezcla de vidrio radiactivo, sustancia altamente contaminante, según activistas antinucleares y ecologistas de Greenpeace.

Cerca de Lubmin varios manifestantes resultaron heridos en un intento por bloquear encadenados el paso del tren, según denunciaron los activistas en una querella criminal contra la policía.

Los demandantes criticaron el uso indebido de la fuerza contra protestas pacíficas y calificaron de brutal la reacción de los agentes.