Consultas de la sociedad civil de países de la Comunidad Caribeña
(Caricom) realizadas aquí llamaron a revitalizar el proceso de
integración regional, informó Prensa Latina.
El profesor e intelectual caribeño Norman Girvan dijo que el
objetivo no debe ser menos que restaurar un sentido de dirección,
concertación y estrategia entre las organizaciones de la sociedad
civil para incidir en la toma de decisiones nacionales y regionales.
La Comunidad Caribeña, dijo Girvan, sufre de una crisis múltiple,
de realización, credibilidad e incluso de legitimidad.
No se han producido avances en la aplicación del Sistema Unico de
Economía Caribeña (CSME por sus siglas en inglés) desde que su
creación se anunció con fanfarria en el 2006.
De hecho, los gobiernos se han retractado de sus compromisos,
tales como la libertad de movimiento de las personas.
Los 14 estados miembros de Caricom firmaron el Acuerdo de
Asociación con la Unión Europea, individualmente, no como una
comunidad. Caricom, como entidad jurídica, no tiene personalidad
propia en la gobernabilidad y realización de la EPA.
En dos de los principales estados miembros se habla de instalar
cortes nacionales de apelación. El veterano estadista caribeño Sir
Shridath Ramphal apuntó el peligro de acabar con el tribunal
caribeño de justicia.
La Corte Caribeña de Justicia (CCJ) no puede justificarse
solamente sobre la base de su jurisdicción original. Y si cae el
proyecto de la CCJ se desmoronará toda la fundación jurídica del
Tratado de Chaguaramas, fundacional de la Comunidad Caribeña.
Yo estuve presente, dijo Girvan, en el referendo de Jamaica y la
desintegración de la Federación de las Indias Occidentales. Ese
breve pronunciamiento desató una serie de eventos que trajo consigo
el derrumbe de ese proyecto.
El profesor de la Universidad de las Indias Occidentales en
Trinidad sugirió a los participantes que uno de los factores es un
error de origen de la comunidad como un pecado original.
Proyectos como la Asamblea de parlamentarios caribeños, no
contaron con poder de decisión. En su lugar Norman Girvan propuso la
creación de una Asamblea Popular de Caricom, constituida por
representantes electos por la población de los estados miembros, con
funciones y poderes concretos.
Otro instrumento destinado a promover participación fue la Carta
de Derechos de la Sociedad Civil Caribeña, aprobada hace 14 años por
los jefes de gobierno de Caricom, que corrió la misma suerte que la
asamblea de parlamentarios.
El problema de fondo está en la naturaleza de las constituciones
nacionales y la cultura política de nuestras naciones, dijo Girvan,
y apuntó que las constituciones no dan espacio a la sociedad civil
en los gobiernos.
Sus derechos se limitan a votar en los ciclos electorales.
No obstante, reconoció el autor trinitario, algunos gobiernos han
establecido mecanismos de consulta con la sociedad y la reforma
constitucional está en la agenda de muchas naciones.
Por último, el profesor Girvan resaltó que esa interacción da una
rara y verdadera oportunidad para que las organizaciones de la
sociedad civil levanten sus voces y se unan dentro de los estados
miembros y en el plano regional para la misión de salvar a Caricom.