Al cultivo de alimentos en la provincia cubana de Villa Clara
están integradas unas 80 mil hectáreas, anteriormente catalogadas
como ociosas porque estaban infestadas de marabú, y escombros
residuales de construcciones.
Los
nuevos tenentes adquirieron las tierras por el decreto ley 259, y
están afiliados a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños,
en Villa Clara.
Damián Pérez, residente en Santa Clara, quien recién comienza su
vida como productor agropecuario, comentó a la AIN, que luego de un
intenso trabajo para erradicar las malezas ya recoge las primeras
cosechas de calabaza, tomate, fruta bomba y boniato.
Directivos de la Empresa de Seguro Estatal (ESEN), en el
territorio, aseguran que en todos los casos están protegidos por los
contratos establecidos con la entidad, los cuales les resarcen las
pérdidas en caso de plagas, enfermedades u otras afectaciones en los
cultivos.
Los ganaderos recién iniciados en esa labor tienen convenida la
protección de sus rebaños, comentó a la AIN Enel Espinosa delegado
del Ministerio de la Agricultura en la provincia.
Unas 50 mil hectáreas quedan sin explotar en Villa Clara, las
cuales deben distribuirse en el presente año, porque se mantiene
alta la demanda de tierra, sobre todo para el cultivo de la caña, y
el ganado mayor, agregó.