MÉXICO, 9 febrero.— El realizador cubano Ernesto Daranas confesó
que lo más importante para él es llegar a la gente con su obra, por
lo que su mayor premio sería lograr esto en México.
Invitado a la primera edición del Festival Internacional de Cine
de esta ciudad (FiccMéxico), el realizador de Los dioses rotos
dijo que cada obra es un pedazo de tu vida y de la vida de quienes
te acompañan.
Para el director cubano, la idea de venir a México para exhibir
su película es muy importante, además de una deuda, porque fue "aquí
donde pudimos postproducirla con la colaboración de Mónica Lozano,
de Altavista Films, y Eloy Gutiérrez, de New Art Digital .
Ellos creyeron en la película y nos ofrecieron la posibilidad de
llegar a 35 milímetro, a pesar de que habíamos filmado en HDV-MiniDV,
agregó.
Los Dioses rotos es una historia de ficción basada en
hechos reales, donde la trama tiene lugar en el presente, pero
contrapuntea todo el tiempo con la legendaria figura de Alberto
Yarini, un proxeneta que devino un auténtico mito popular en La
Habana de comienzos del siglo XX.
En declaraciones a la publicación del FiccMéxico, Daranas dijo
que ser guionista y director al mismo tiempo representa un reto
creativo, que no sólo es privativo de su particular formación
cinematográfica, sino resulta el eterno dilema entre el guión y la
dirección.
La verdad es que muchas veces esa tensión entre los dos roles
forma parte del propio juego creativo del cine. Es una simbiosis
compleja, en tanto uno no puede existir sin el otro, y a la vez
ambos exigen vida propia , precisó.
Interrogado sobre los motivos que lo llevaron a desarrollar una
trama de valores enfrentados en su opera prima, Daranas respondió
que prefiere que esos cuestionamientos queden siempre en el terreno
del espectador.
Los dioses rotos, una de las obras en concurso en este
encuentro con el cine en la capital mexicana, tiene a su haber el
Premio del Público en el 30 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano
en la Habana, en el 2008.
FiccMéxico 2011 mostrará la mayor retrospectiva de cine cubano
que jamás se haya exhibido en el país azteca, con más de 30
documentales, cortos y animaciones, que recogen lo mejor de la
cinematografía de la isla en los últimos 100 años.