El acopio de más de 23 mil toneladas de frutas en el 2010 en la
provincia de Ciego de Ávila, marcó el comienzo de un proyecto que
debe aportar mayor producción a partir del actual año, reportó la
Agencia de Información Nacional.
Lo cosechado superó el real del 2009, como resultado de un
programa que ya cubre una superficie frutícola de más de cuatro mil
500 hectáreas, fundamentalmente de guayaba, fruta bomba, piña, mango
y aguacate.
El auge de esas plantaciones se dirige a contrarrestar las
pérdidas provocadas en cítricos por la última enfermedad reportada
en Cuba, llamada huanglongbing, la cual originó la demolición de
miles de hectáreas de naranja, toronja y limoneros, explicó Armelio
Borroto, experto en el sector.
Gracias al esfuerzo de los fruticultores estatales y la rama
campesina, hubo mejor abastecimiento a los mercados, la industria y
el turismo, pero todavía insuficiente, expresó Armando Lorenzo,
especialista de la Agricultura.
Para evitar la propagación de las enfermedades, se emplea la
ciencia con viveros especializados y semillas mejoradas, explicó.
Un buen ejemplo es la guayaba enana generalizada en 10 municipios
mediante el esqueje, que al poco tiempo se puede trasplantar y al
año está en producción.
En Ciego de Ávila esta especie se suele introducir en plantíos de
mango, aguacate y cítricos, método que permite el uso de la misma
fuerza laboral, mayor aprovechamiento del riego de agua y puede
ofrecer hasta 36 toneladas por hectárea.
Mientras, los sembrados de piña sobrepasan las 600 hectáreas,
labor en la que se distingue José Manuel Montero Cedeño, quien
dispone de 40 hectáreas con limoneros intercalados cada cinco surcos
de la reina de las frutas.
Montero prepara condiciones para iniciar su nueva cosecha de unas
450 toneladas y afirma: Estoy contento, pues aquí hace dos años solo
había marabú.