La antigua Botica francesa, fue fundada en 1882 por los doctores
Ernesto Triolet Lelievre (francés) y Juan Fermín de Figueroa y Veliz
(cubano), y funcionó ininterrumpidamente hasta 1964 cuando reabrió
sus puertas como museo.
La licenciada Patria Dopico Borrego, directora del centro,
explicó a Granma que durante 82 años la otrora farmacia ganó
fama y clientela por la calidad de sus productos. "Allí se
procesaban y vendían medicinas basadas en plantas medicinales y se
expendían medicamentos provenientes de España, Francia, Alemania y
Estados Unidos", afirmó.
Además de piezas de laboratorio, frascos de cristal, etiquetas y
colecciones decorativas y de albarelos franceses, el Museo conserva
en su biblioteca más de un millón de fórmulas en los libros de
asentamientos de recetas y textos en varios idiomas sobre botánica,
farmacia operatoria, medicina y otras disciplinas, que son
consultados en la actualidad por estudiantes universitarios de las
carreras afines.