El Senado francés rechazó aquí la propuesta de retiro de la
nacionalidad a extranjeros que atentan contra agentes del Estado
prevista en el proyecto de ley sobre la inmigración, informó Prensa
Latina.
La iniciativa fue objetada con 182 votos a favor y 156 en contra,
destacándose la fuerte oposición de la izquierda y los centristas a
esta idea.
En declaraciones a Europa 1, el senador socialista David
Assouline fustigó la noción de establecer dos categorías de
franceses.
Por su parte, el centrista Jean Arthuis criticó la comparación de
delincuencia e inmigración al tiempo que ponderó la igualdad de
todos los galos ante la ley.
Esta proposición, criticada por asociaciones, grupos de izquierda
y un gran número de partidarios del Gobierno, es la más
controvertida dentro del proyecto de ley en debate actualmente en el
Senado y aprobado en octubre de 2010 por la Asamblea Nacional.
El propósito en cuestión plantea el retiro de la nacionalidad a
los extranjeros naturalizados que en sus primeros 10 años con esa
condición sean condenados por un crimen contra agentes del Estado
(policías, gendarmes, bomberos, entre otros).
El ex primer ministro Dominique de Villepin declaró que lejos de
mejorar en materia de seguridad, la moción creará un clima de
sospecha y estigmatización.
Jean-Marc Ayrault, jefe de los diputados socialistas, calificó la
enmienda de absurda e ineficaz.
Un crimen es un crimen. Un criminal es un criminal. Un francés es
un francés, cualquiera que sea su genealogía, su castigo debe ser
idéntico, subrayó.
El Senado deberá proseguir el examen del texto la próxima semana,
cuando se analizará otro tema controvertido, la detención de los
inmigrantes sin papeles.