EL CAIRO, 3 de febrero.— En el décimo día consecutivo de
manifestaciones en Egipto, el presidente Hosni Mubarak declaró que
teme que su salida del poder suma al país en el caos, según una
entrevista a la cadena estadounidense ABC.
"No
me gusta ver a los egipcios peleando entre ellos", declaró Mubarak,
refiriéndose a los duros enfrentamientos entre partidarios y
detractores del Gobierno desde el miércoles por la tarde, con un
saldo de ocho muertos y más de 830 heridos, según el último balance
oficial.
Por su parte, el vicepresidente, Omar Suleiman, advirtió que es
necesaria una negociación nacional para hallar una salida pacífica a
la crisis política e invitó a la Hermandad Musulmana a participar en
el diálogo con el Ejecutivo. Sin embargo, el grupo y el resto de la
oposición, reiteraron que solo aceptarían entablar negociaciones
cuando Mubarak se retire del poder, reportó PL.
Anteriormente, el primer ministro, Ahmed Shafiq, se disculpó por
la oleada de violencia y dijo estar dispuesto a "conversar con los
manifestantes" tras los choques.
Shafiq aseguró que ignoraba si los ataques habían sido
"organizados o espontáneos" y lamentó la falta de policía para
mantener la seguridad.
Mientras, en Yemen, más de 20 000 personas se enfrentaron el
jueves en protestas callejeras a favor y en contra del Gobierno
yemenita, a pesar de que la víspera el presidente Ali Abdulah Saleh
ofreciera dimitir en el 2013 y negara que le traspasará el poder a
su hijo, según EFE.
Grupos opositores consideraron su compromiso un intento por
mitigar las voces que reclaman su salida y dijeron que quieren
propuestas concretas de cambios en protestas que se produjeron en
siete ciudades del país.