SANTIAGO DE CHILE, 3 de febrero. — El general Alejandro Maggi,
comandante en jefe de la III División del Ejército en Valdivia, en
el centro sur de Chile, trabajó como agente de la policía secreta de
la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Se trata de la segunda revelación de ese tipo en la semana, luego
de que se conociera la pertenencia también al citado órgano represor
del general Guillermo Castro, jefe del Estado Mayor del Ejército.
Ambos nombres figuran en documentos judiciales que dan cuenta de su
participación en la Central Nacional de Informaciones (CNI),
sucesora de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
A pesar de la conmoción causada en el escenario político, el
Gobierno aclaró que no se inhabilitará a militares en activo porque
en algún momento en su carrera hayan sido destinados a la CNI, a
menos que se comprobase que hubiera incurrido en actos contra los
derechos humanos. Así lo declaró públicamente el ministro de
Defensa, Andrés Allamand.
Sin embargo, los principales partidos de la oposición chilena,
organizaciones sociales y agrupaciones de derechos humanos exigen la
renuncia inmediata de los altos jefes militares.
El Partido por la Democracia (PPD) se sumó al criterio expresado
previamente por los partidos Socialista y Comunista en el sentido de
que el CNI "constituye una asociación ilícita creada y dedicada a
consumar las más brutales violaciones sistemáticas a los derechos
humanos y representa una de las etapas más negras de la historia de
Chile", señaló en un comunicado. (PL)