Una cita mensual con el jazz en la ciudad de Santiago de Cuba
mantiene vivo el espíritu de esa música negra y virtuosa, desde la
sala Café Teatro Macubá.
El primer jueves de cada mes, el espacio se apresta para la
descarga y el disfrute de los amantes del ritmo y la creatividad de
ese género nacido en las comunidades afroamericanas asentada en el
sur de Estados Unidos, universalizado en el siglo XX y enriquecido
también por la música cubana.
Fátima Patterson, actriz y directora general del Estudio Teatral
Macubá, explicó a la AIN que el encuentro, iniciativa del escultor
Alberto Lescay, se concibió para promover el jazz dentro del amplio
panorama sonoro santiaguero, y rescatar al público que anhelaba
escucharlo.
Swing y las vertientes latinas, enamoran ahora una de las noches
en la ciudad, entre el saxofón y los beats estándares y las más
autóctonas claves cubanas y caribeñas, desde la céntrica calle
Enramadas.
De manera sistemática se presentan agrupaciones de la ciudad e
invitadas de otras latitudes -unas cultoras del género y otras que
incursionan eventualmente- atraídas por sus bondades técnicas y
posibilidades expresivas.
Anoche, estudiantes del Conservatorio Esteban Salas,
interpretaron las composiciones clásicas con la energía y la dulzura
de la juventud; Okán mostró el corazón de la mujer en la
interpretación jazzística y el escenario se llenó de amigos.
Las descargas en Macubá son el preámbulo del Iris Jazz Club, un
espacio que se alista en Santiago de Cuba para recibir a los amantes
de ese híbrido de tradiciones musicales de África occidental, Europa
y Norteamérica.